De presidiario a estrella de cine, estrenan en México documental de Danny Trejo

Finalmente se estrenará en México el documental Prisionero Número Uno: El ascenso de Danny Trejo, que relata la vida del actor y su transformación de presidiario a estrella de Hollywood.

Esta producción estará disponible para el público mexicano a partir del viernes 2 de octubre en iTunes.

La historia de Danny Trejo supera cualquier guión de Hollywood: tras haber pasado por un periodo marcado por el consumo de drogas, asaltos armados y la cárcel, hoy es considerado un icono cinematográfico y símbolo de supervivencia.

Bajo la dirección del galardonado cineasta Brett Harvey (Ice Guardians),  Prisionero Número Uno: El ascenso de Danny Trejo presenta el relato en primera persona del actor mexicoamericano sobre su adicción a diferentes sustancias, incluida la heroína, antes de cumplir los 12 años; así como su ingreso a la cárcel donde se coronó como campeón de boxeo y tocó fondo, al punto de decidir cambiar su vida.

El documental incluye numerosas entrevistas con celebridades, imágenes nunca vistas y el testimonio personal de Trejo y de sus familiares y amigos más cercanos, como Robert Rodríguez, Michelle Rodríguez, Donal Logue, Cheech Marin y los hijos del actor Gilbert y Danielle Trejo.

El viaje de Danny Trejo hasta las alfombras rojas de Hollywood inició en la década de los ochentas cuando interpretó papeles sin trascedencia en los que apenas alcanzaba a figurar en los créditos como “recluso #1”, “cholo #1” o “sujeto #1”; hasta llegar a convertirse en protagonista de éxitos de culto como DesperadoDel crepúsculo al amanecer y Machete.

Prisionero Número Uno: El ascenso de Danny Trejo o Inmate #1: The Rise of Danny Trejo  ofrece un testimonio inspirador de un hombre que superó sus demonios y descubrió la redención a través de la consejería a jóvenes presidiarios y adictos. Además, Trejo nunca se olvida de sus raíces y realiza voluntariado para las comunidades chicanas de Los Ángeles, a las cuales no solo les ha donado comida a través de sus icónicos restaurantes, sino que también ha comprado juguetes para los niños de la región, ha trabajado en refugios para animales y ha sido una fuente constante de apoyo para los vecinos del barrio donde se crió.

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