La mejor manera de conocer una ciudad es caminando y comiendo.
Aquí te ofrecemos algunas opciones para glotones y sibaritas a quienes les gusta descubrir el mundo a pie y a través del paladar.
1.– Le Richmond, un lugar trendy y a la vez muy acogedor en la calle Richmond número 377, en el suroeste de Montreal. El restaurante ofrece platillos del norte de Italia con inspiración de comida piamontesa, Venecia y Emilia Romagna. La terraza es el mejor lugar para comer en un día soleado y la decoración es hermosa. Para empezar te recomendamos tomar un vaso de Prosecco Millesimato y de entrada el “Tomate Capresse”, de segundo “Pappardelle a los champiñones de Quebec”, y para terminar el postre del día. El metro más cercano es Charlevoix (línea verde). Es muy recomendable caminar –para hacer hambre– a lo largo de histórico canal Lachine.
1 foto en alta resolución, crédito @TourismeMontreal, Le Richmond https://www.dropbox.com/s/pfri0o2f99s814f/20070H%20-%20Le%20Richmond%20march%C3%A9%20et%20bistro%20italien.jpg?dl=0
2.- El Manitoba, de concepto completamente diferente, enfocado en la belleza del ambiente natural: los tonos son ocres, el techo es de madera, los muros son de ladrillo, en contraste con el simple metal de la barra. Ubicado en la calle Saint Zotique oeste número 271, muy cerca de la avenida “du Parc” en un barrio esencialmente industrial; el restaurante cuenta con su propio huerto-jardín en la parte trasera y la cocina está abierta, así, los comensales pueden observar cómo preparan sus platillos. El menú varía cada día, según las extravagancias del chef y los productos frescos que encuentren en el mercado Jean-Talón, ubicado en las cercanías. El viajero puede empezar su caminata en el mercado, adentrarse en la Pequeña Italia, y más tarde deleitarse con las delicias de Manitoba. Una de las entradas que hay que probar son las croquetas de “sagamité”, un platillo típico de Quebec. La particularidad de este restaurant es el uso de pequeñas frutas y verduras salvajes recolectadas en el bosque boreal, una inspiración de la cultura indígena.
Foto No. 1 @Tourisme Montreal, Foto No. 2 @Jean-Sébastien Michel https://www.dropbox.com/sh/hohy6xjo1n3c4tl/AAAY-iMXBCRJU_bhUKAN937Ea?dl=0
3.- Lawrence, una excelente opción para degustar buenos vinos ya que el restaurante cuenta con su propio sommelier. Este rinconcito se encuentra en el número 5201 del Boulevard Saint Laurent, una calle icónica de Montreal, donde la vida cultural fluye en cada una de sus esquinas y sus murales al aire libre. La especialidad es la charcutería y el lugar es ideal para un brunch o para cenar; además el establecimiento cuenta con su propia carnicería para utilizar la totalidad de los animales.
4.- Laïka, al mismo tiempo un lounge, bar, café- wifi y restaurante. Es el sitio ideal para un lunch de calidad, un brunch de fin de semana o simplemente para tomar una copa de vino con los amigos. Ubicado en el Boulevard Saint Laurent número 4040, Laïka es frecuentado tanto por artistas, fotógrafos, turistas y locales. El menú tiene una gran variedad platillos, puedes comer desde “quesadillas”, falafels de lentejas, tártara de salmón o una ensalada con pato; un poco de todo. Es una mezcla ecléctica de comida de diferentes partes del mundo y música electrónica para ambientar.
2 fotos en alta resolución, créditos @Tourisme Montreal, Susan Moss https://www.dropbox.com/sh/z2aqfxo6ahxd2tg/AAAIF_yBayVmDlAosH3NxuK2a?dl=0
5.- Big in Japan, opción excelente para probar comida japonesa auténtica y a muy buen precio. Igualmente ubicado en el Boulevard Saint Laurent número 3723 al sur de la calle Rachel. Es muy fácil pasar sin verlo, no hay letrero en el exterior, sólo unas cuantas letras en japonés. Sin embrago una vez adentro un largo corredor de conduce a uno de los bares más “hippest” de Montreal, iluminado casi únicamente por luz de velas. El bar está decorado en forma de árbol.
6.- Furco, refugio encantador, magnífico para tomarse un aperitivo antes de la cena, es un espacio moderno con ventanales que van desde el suelo al techo, antes era un almacén abandonado en la calle Mayor número 425; una perfecta ubicación al lado de la Plaza de los Festivales. El metro más cercano es Place des Arts (línea verde), se encuentra en el Barrio de los Espectáculos; después de hacer una pausa en Furco es muy recomendable pasearse por la Rue Sainte Catherine hacia Le Village. Abre de lunes a sábado de cuatro de la tarde a las tres de la mañana.
1 foto en alta resolución, créditos @Stéphane Groleau https://www.dropbox.com/sh/dcvvj1uj1588tl0/AADU8xCOR4uGqApIQNhscAxxa?dl=0
7.- Foodlab, otra atractiva elección para cenar. Es un verdadero laboratorio ubicado sobre terrazas que pretende lograr un intercambio entre lo rural y lo urbano, utilizando productos locales y vinos orgánicos. Otra razón más para ir al Boulevard Saint-Laurent: la chef Michelle Marek y el equipo de Foodlab te dan la bienvenida de lunes a viernes y te ofrecen una experiencia única con proyecciones en sus domos; el menú y los vinos son seleccionados con el objetivo de que el cliente descubra nuevos sabores a través de la experimentación gastronómica, creada alrededor de un tema que cambia cada mes.
2 fotos en alta resolución, créditos @Société des arts Technologiques https://www.dropbox.com/sh/ek7sua78du4optp/AADXxK0U2ZGYfRuJmr1JoIZDa?dl=0
8.- Street Food Montreal es ya un sello de la ciudad, es todo un acontecimiento. Conformado por más de 350 camiones y puestos de comida de todos los tipos y para todos los gustos. Utilizan un software geo localizador que hace que sea muy sencillo encontrar lo que se te antoja comer. Los puedes seguir a través de Facebook y Twitter: @StreetFoodMTL. Puedes degustar desde una deliciosa Poutine del camión de “Pied de Cochon”. Nadie que vaya a Montreal debe irse sin probar la Poutine, “sobre todo después de la fiesta en época de frío”, nos dijo una chica montrealesa. Lamentablemente cierran durante el invierno.