Uno pensaría que ir a Quebec en invierno tal vez sea ir a padecer de frío (la temperatura en esta época está debajo de los cero grados centígrados); pero no es así, con la ropa adecuada y el plan perfecto puede ser un paraíso. Quebec es una ciudad de cuento y en invierno la cubre un manto de nieve. Desde hace más de 62 años los quebequenses salen a las calles a disfrutar y celebrar el invierno con el famoso “Bonhomme” –un muñeco de nieve gigante–, y Embajador del Carnaval. El foco del festival es el invierno y todo lo que se puede hacer durante esa temporada, sin dejar de lado la esencia cultural e histórica de Quebec.
El New York Times ha declarado que el Festival de Invierno de Quebec es una de las experiencias que uno debe conocer en la vida y definitivamente es así: ¿Quién no quiere ver un castillo de hielo de verdad? ¿O ser jalado por un trineo de perros o de caballos percherones en la nieve? Hacer “guerra” de bolas de nieve y recostarse en ella para hacer un ángel. Ver desfilar durante la noche animales gigantes de luz. Meterse en un “jacuzzi” en medio del hielo o tomar baños de Sol en pleno invierno. Una de las atracciones destacadas del festival son las carreras de canoas en el hielo y cubrirse de ella en traje de baño. Los trineos para los niños son una de las mejores aventuras que puede haber. Y por supuesto la exposición de esculturas de nieve.
Este festival es para todo público. Año con año asisten alrededor de 500 mil visitantes de todas partes del mundo; 58% de los visitantes son mujeres y 42% son hombres. Hay actividades para chicos y grandes. El público es muy diverso, lo mismo se pueden ver jóvenes entre 25 y 34 años, que adultos entre 45 y 54. Y por supuesto familias con niños. Más de 275 mil personas ocupan los hoteles de Quebec durante los 17 días que dura esta gran fiesta en la nieve.
Una de las actividades más relevantes es el concurso de figuras de hielo esculpidas por artistas internacionales quienes se dan cita cada año para plasmar su arte bajo cero.