Aeroméxico presenta el exterior de su primer Dreamliner 787-9. En el fuselaje del avión está plasmado un diseño que representa al emblemático Quetzalcóatl, que quiere decir “Serpiente Emplumada”, una de las principales deidades del México prehispánico, por lo que esta aeronave portará este nombre.
Se trata de la primera vez en la historia de la aviación en la que un diseño de estas características se pinta en el exterior de un avión, logrando una combinación única entre tradición y modernidad. El Quetzalcóatl de Aeroméxico salió del hangar de pintura del fabricante Boeing después de un proceso de 9 días, 6 días adicionales a los que toma a los ingenieros completarlo debido a la originalidad de las tonalidades del diseño ganador.
En noviembre de 2014, Aeroméxico lanzó una convocatoria a través de sus redes sociales y entre varias universidades que tituló “El Diseño está en el Aire”. El concurso consistió en crear la imagen más creativa para el fuselaje de este avión. Durante cuatro semanas se registraron más de 1,000 participantes, quedando seleccionadas más de 400 propuestas, que cumplían con los requisitos. El proyecto ganador fue el del diseñador gráfico José Manuel Escudero, originario del estado de Veracruz.
Andrés Conesa, director general de la aerolínea, manifestó: “En Aeroméxico estamos muy entusiasmados por la expectativa que ha causado el Quetzalcóatl. Como aerolínea bandera de México, este avión habrá de convertirse en la insignia de nuestra flota y en el reflejo de lo que es hoy nuestro país, donde la cultura y la tradición se proyectan en lo que podemos considerar como una de las creaciones más sofisticadas de la ingeniería aeronáutica moderna”.
Añadió: “Queremos que este avión llene de orgullo a nuestro país. El Quetzalcóatl habrá de volar a los aeropuertos que son los principales centros de conexión en Europa y Asia, donde transitan millones de pasajeros al año”.
Aeroméxico se convierte en la segunda aerolínea latinoamericana en operar el Boeing 787-9 Dreamliner, y seguirá invirtiendo hasta contar con 10 equipos -9 con el objetivo de brindar cada vez una mejor experiencia de vuelo a sus clientes. Si hoy una aerolínea ordenara un 787 podría tardar entre 10 y 15 años en recibirlo. Con un fuselaje de 6 metros (20 pies) más largo que el 787-8, el 787-9 podrá transportar hasta 48 pasajeros adicionales en rutas más largas (300 millas náuticas o 500 km más) con 20% menos consumo de combustible y 20% menos emisiones que los aviones a los que sustituye.
Finalmente, la aerolínea informó que se ha reservado, hasta su llegada a México, más detalles del interior de este nuevo avión que cambiará la experiencia en vuelo de sus pasajeros.