Un estudio publicado por la consultoría Deloitte en 2015, afirma que en la actualidad los modelos de negocios se han tenido que transformar para poder sobrevivir o liderar en un mundo donde el capitalismo es predominante. Invertir en proyectos de transformación ha sido una alternativa a la cual han recurrido las grandes empresas, donde aproximadamente solo un 27% obtienen resultados positivos y un 33% concluyen su proyecto en tiempo y presupuesto pactado.
Los causales de un escaso porcentaje de programas de transformación concluidos exitosamente no se atribuyen ni a la empresa, ni a los colaboradores, ni al líder. Todos en conjunto se encuentran inmersos e incluso viciados por un ambiente externo que domina el sistema económico en general, cuyas regulaciones y limitantes no son conocidas totalmente. El sistema On Demand ha sido una tendencia económica muy sonada en los últimos años, sin embargo su origen es tan antiguo como su teoría madre y los teóricos que la han abordado: “oferta y demanda” (Alfred Marshall, James Denham-Steuart, Adam Smith, David Ricardo, etc.)
La transformación continua de los negocios, industrias, vida cotidiana e incluso políticas públicas son producto de los avances tecnológicos y el Internet, pues la inteligencia artificial nos da la posibilidad de conectarnos no solo persona a persona, también con objetos inanimados como edificios, autos, ordenadores, etc., y por lo tanto acoplarnos a ello. Por supuesto esta revolución tecnológica tiene implicaciones en la economía y en las empresas, “La automatización estimula la productividad y la eficiencia desplazando a los trabajadores de las industrias tradicionales” (fuente: CONEDE). Y he aquí la razón por la cual es tan sonado un “nuevo” sistema económico en nuestra era digital.
La también llamada economía colaborativa también tiene sus beneficios positivos para los consumidores y unos tantos negativos para las empresas y sus viejas formas de empleo. Uno de esos estragos es el contrato entre empleado y empleador, el cual se empieza a quebrantar pues muchas de ellas ya no pueden ofrecer trabajos de por vida. La consultoría PWC estima que para 2020 la movilidad laboral incrementará 50%.
Coloquialmente se dice que en la economía On Demand el consumidor de productos o servicios “paga por lo que usa”, y las empresas han optado por “pagar por lo que se trabaja”, poniéndose en voga modalidades de contratación por comisión, proyecto, freelance, honorarios, etc. Las ventajas y desventajas que este sistema de trabajo y gestión empresarial pueden tener, dependerán mucho del ojo con el que se mire:
- Empresas
Para las grandes empresas puede ser atractivo reducir costos en contrataciones y prestaciones, eligiendo una modalidad más “libre” y menos comprometida como lo es un freelance, ahorrando tiempo y dinero en papeleo. Sin pensar que esto puede traer consecuencias contraproducentes, como romper la relación empleado-empleador y el compromiso de alineación de misión y valores; es decir que los colaboradores ya no trabajan para o con una empresa, trabajan para sí mismo, siendo talento humano susceptible a pérdida en el momento en el que llegue una mejor propuesta.
Muchos CEO´s globales han mantenido una lucha constante por encontrar empleados con las habilidades y espíritu innovador suficientes para cubrir sus posiciones. “Si no hay lealtad y no hay compromiso, el crecimiento de una empresa se ve pausado; por lo que entre el 25% y el 35% de las empresas en México invierte en capacitación para su personal con el fin de conservar a su equipo de trabajo, de este modo estimular la superación del factor humano y el potencial de su empresa de su empresa”, explica Luis G. Aspuru (especialista en innovación corporativa y capacitación empresarial.
- Trabajadores
Quienes aparentemente son los más beneficiados con esta modalidad son los trabajadores, siendo la flexibilidad y autonomía en su forma de laborar su tesoro más preciado, reflejándose en sus jornadas y elección de cómo y cuándo trabajan. La facilidad de movilidad laboral y oportunidad de emprendimiento son otras atractivas opciones que alcanzaron a ver gracias a la economía On Demand, dejando a un lado el panorama negativo de ser tu propio jefe y la experiencia que se debe tener para lidiar con el control de calidad del cliente directamente; no es lo mismo tener un jefe que te respalde, a ser la cara responsable de una empresa.
Respecto al punto del emprendimiento Enrique Presburger, analista financiero, afirma que el tiempo de vida estimado de las pequeñas y medianas empresas actualmente es de 7 años, debido a distintos factores; siendo el tecnológico, financiero y valores agregados intangibles los principales.
Diversas pueden ser las visiones de la situación económica actual, positiva o negativamente, cada quien asimilará y acoplará los elementos que su contexto le brinde en beneficio propio y a su filosofía de vida. Ambas partes son importantes, tanto empresas como empleados, y es importante que se entiendan las necesidades que cada sector requiere para desarrollarse totalmente y crecer conjuntamente.