¿Por qué las universidades están en riesgo? – Gigamon

Un trillón de años atrás, cuando era una estudiante de posgrado en Paris, no había Internet para navegar, ni cursos online

Erin O’Malley Senior Solutions Marketing Manager de Gigamon

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Un trillón de años atrás, cuando era una estudiante de posgrado en Paris, no había Internet para navegar, ni cursos online. Las cosas se hacían en persona y con pluma en mano y papel, si te equivocabas, usabas corrector. Recuerdo la decisión de dejar un curso. Tome el camino a la oficina del secretario, donde un empleado tomó una hoja de papel con la lista de un archivero. Y después un chorro de corrector: ¡voila!, curso abandonado.

Arcaico como puede parecer ahora, puedo asegurarles que nunca tuve miedo por la seguridad de mis datos personales.

¡Cómo han cambiado las cosas!

Mientras he sido etiquetada como una anticuada por preferir el peso de un libro, a la conveniencia de un Kindle, soy a la vez, adicta a la internet. Sin duda resistente a renunciar a la conexión moderna, he tomado un curso o dos en línea. Como muchos otros, he preferido cambiar esa vieja seguridad por la conveniencia, funcionalidad, capacidad de acceder a la información y colaborar sin importar las millas, océanos, idiomas o culturas.

¿Pero a qué costo realmente?

El Great Brain Robbery, como se reportó en 60 minutos, no sólo se produce en el sector comercial. Está golpeando nuestros corazones intelectuales, a nuestras universidades. Ellos han llegado a los blancos principales. En realidad, el reporte de 2015 de Symantec sobre Amenazas de Seguridad de Internet, muestra que la educación es el sector más vulnerado, donde los hackers no solo están buscando robar datos y registros personales (fácilmente vendidos en el mercado negro), sino también investigaciones y propiedad intelectual altamente valiosa. Por supuesto, los estudiantes y los profesores son vulnerables, pero ¿Qué pasa con las propias universidades?. De acuerdo con el estudio 2015 Global Cost of Data Breach Study del Instituto Ponemon, el costo promedio por registro perdido o robado en educación puede llegar a alcanzar los USD $300.00.

En 2014 recordamos la famosa violación de datos de Sony. Impactó la enorme cantidad de 47,000 registros. ¿Saben que el mismo año al menos 5 universidades tuvieron ataques críticos a su información? En ellas, se incluyen la Universidad Estatal de Arkansas (500 mil registros comprometidos); la Universidad de Dakota del Norte (300 mil); Universidad de Maryland (300 mil); Universidad Butler (200 mil) y la Universidad de Indiana (146 mil). Multiplicados por USD $300.00 dls cada uno, es una marca importante.

1Desde entonces, las universidades han continuado en los titulares de los “hackeos”: Harvard, Berkeley, Johns Hopkins, Universidad Estatal de Washington, Universidad de Virginia, Penn State (mi alma mater) y muchas más alrededor del mundo, Un estudio reciente de VMware muestra que una de tres universidades en Reino Unido enfrenta ataques cibernéticos cada hora. Además, de todos los datos personales e investigaciones, los hackers también están interesados en exámenes y resultados de tesis. También, con el ataque UVA, la evidencia muestra que no fue exclusivamente un ataque en solitario a los sistemas sino que fue uno dirigido a individuos con vínculos al Departamento de Defensa…

¿Alguien realmente quiere argumentar que los actores relacionados con el Estado no van detrás de las universidades, especialmente los que tienen vínculos con el gobierno?

Ser inteligente, pelear inteligentemente

Pienso que lo tenemos; las universidades son tesoros. Ellas tienen lo que los hackers quieren, no solo toneladas de información financiera y personal, muy valiosa, datos clave sobre investigaciones de última generación y propiedad intelectual que es más barato robar que desarrollar. Creo que el proteger la información con propiedad intelectual, es mucho más que buenos abogados de patentes y acuerdos de confidencialidad. Hoy, con los salones de clase trasladándose a salas de discusión virtuales, así como información archivada en servidores, más que en estantes, hablamos más que nunca de la era de la seguridad TI.

La apertura histórica en términos de redes universitarias, que han permitido a los estudiantes y a los profesores conectar, colaborar y compartir de forma más fácil, ha creado vulnerabilidades. Así, también, el hecho de que las escuelas a menudo tengan personal de IT de apoyo y presupuestos reducidos, campus dispersos y redes descentralizadas que complican la supervisión y la seguridad, incluso algún tipo de tráfico que pueda causar problemas. Un ejemplo cotidiano y por el cual, las redes se ven saturadas, es el gusto de los estudiantes por el contenido en video, lo que lleva a muchas universidades a lidiar con un volumen alto de streaming de video (Netflix, YouTube, Hulu).

Entonces, ¿Cómo equilibrar la protección con el intercambio y la colaboración necesarios para estimular el avance en la educación y la investigación? Para comenzar, hay una forma de hacer más con menos. Las universidades pueden afinar sus productos de seguridad existentes para trabajar más inteligentemente filtrando el tráfico irrelevante de la red para que los dispositivos de seguridad especializados puede pasar ciclos de cálculo y análisis inapreciables de lo que es más importante. No solo aliviar las cargas administrativas y de gestión de la seguridad, sino también mejorar el rendimiento general de la infraestructura.

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