Tecnocom y Analistas Financieros Internacionales, Afi, han presentado el Informe Tecnocom sobre Tendencias en Medios de Pago 2013 que, por tercer año consecutivo, analiza la evolución de los medios de pago en España y en seis países de América Latina (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y República Dominicana).
El acto de presentación en México ha sido presidido por Álvaro Martín, Director del Departamento de Innovación y Desarrollo Internacional de Afi, Susana Navarro, Directora de Marketing de Tecnocom y Miguel Ángel Prieto, Director de Desarrollo de Negocio de Banca & Seguros en Tecnocom.
La tercera edición del Informe Tecnocom sobre Tendencias en Medios de Pago destaca el proceso de renovación que vive el sector de medios de pago en América Latina y España, y cómo el entorno económico está condicionando cada vez más los patrones de consumo de los ciudadanos y la utilización de esos medios de pago.
La investigación ha contado con la participación de destacados expertos en medios de pago y recoge su visión sobre las tendencias que está experimentando el sector. En México, la transformación actual se debe en parte a las reformas financieras y también a la especialización progresiva de los medios de pago en los negocios de emisión, procesamiento y adquisición. La paulatina reducción de las tasas de intercambio plantea un nuevo escenario en el que el pago tiene cada vez menos valor frente a los servicios de valor añadido ligados a la fidelización y la gestión del punto de venta.
Según el informe, las transferencias de crédito protagonizan las transacciones realizadas en América Latina, con 79.1% del monto total de operaciones de pago registradas en 2012, con un valor total de 9.8 billones de dólares estadunidenses. A pesar de esto, el uso de los débitos directos en la región sigue siendo muy reducido, pese al crecimiento experimentado durante los últimos 5 años en países como Colombia y México.
En 2013, casi 4 de cada 10 mexicanos disponen ya de al menos una tarjeta de pago. Según el informe, el total de tarjetas de débito en 2012 para México alcanzó un total de más de 99 millones de tarjetas, mientras que las tarjetas de crédito en circulación apenas alcanzaron 25 millones.
Nuevas tendencias en los medios de pago
El informe registra, a ambos lados del Atlántico, un mayor protagonismo de la banca por Internet y móvil y el incremento del uso de dispositivos móviles, especialmente smartphones. Si bien ya existen soluciones de pagos móviles en México, en 2014 se podrán realizar ya los primeros pagos con tecnologías wallet y NFC, aunque probablemente habrá que esperar algo más para ver su implantación comercial definitiva.
Este año también se irá extendiendo la configuración de tarjetas con cuotas por servicio, en lugar de incluir todos los servicios en una cuota fija. Esta tendencia resulta más relevante en América Latina gracias a su potencial para impactar a millones de personas y permitir la inclusión financiera de segmentos sub-atendidos o no atendidos por los medios tradicionales.
En este punto, en 2017 se estima que la penetración del móvil superará el 60% de la población latinoamericana y permitirá que los consumidores actualmente excluidos del sistema financiero puedan acceder a los pagos y el comercio móvil.
Internet y la banca móvil impulsan la realimentación existente entre las TIC y el sector financiero para el desarrollo de nuevos negocios digitales. El volumen alcanzado por el comercio electrónico en España y en América Latina se ha duplicado en los últimos años. Este mercado evoluciona en línea con la mejora de los índices de inclusión financiera –bancarización y uso de medios de pago- y la mayor seguridad del canal. De hecho, como es lógico, los bancarizados son los principales compradores online en todos los países.
Las tarjetas y sus usuarios
El análisis de la demanda de medios de pago permite constatar una mejoría generalizada del número de titulares de tarjetas entre la población bancarizada de América Latina, si bien no se consigue llegar consistentemente a masas nuevas de población. Destaca Brasil, donde 2 de cada 3 personas disponen de algún “plástico”, seguido por Chile y Colombia, donde más de la mitad de la población dispone de algún medio de pago electrónico.
El estudio incluye una investigación demoscópica realizada en colaboración con The Cocktail Analysis, que arroja unos resultados muy reveladores sobre la actitud y preferencias de los consumidores hacia las tarjetas. La perspectiva de contratación de tarjetas en 2014 en América Latina es positiva. Destaca, por ejemplo, el porcentaje de población que se está planteando contratar tarjetas: en Perú espera hacerlo el 17,3% de la población, en Brasil el 13,5% y el 13,3% en Colombia.
En México, 1 de cada 10 adultos espera contratar una nueva tarjeta de pago a lo largo de 2014. El 55% de las nuevas contrataciones corresponderán a la categoría de crédito bancario, mientras que las tarjetas de débito atraerán a un 21% de los nuevos tarjetahabientes.
Al igual que sucede en España, América Latina también está inmersa en una profunda transformación de sus medios de pago. Los expertos resaltan que el desarrollo de importantes operaciones corporativas regionales en esa área y la llegada de cambios en el entorno tecnológico han impulsado un proceso de sustitución gradual de los instrumentos de pago basados en papel (efectivo y cheques) por otros medios y canales, como Internet y el teléfono móvil. También inciden en el rápido desarrollo de la banca por Internet y móvil, así como el mayor uso del comercio electrónico en todos los países analizados, tanto de América Latina como en la Península Ibérica.
El auge de los medios de pago hace cada vez más importante contar con los servicios de procesamiento más adecuados tanto en calidad como en coste. Si bien algunas entidades disponen de las capacidades y los recursos para mantener sus operaciones de procesamiento internalizadas, otros emisores (los de menor tamaño, por ejemplo) carecen generalmente de la escala necesaria para competir de manera eficiente y han optado por la subcontratación de los procesos de negocio, conocido como Business Process Outsourcing (BPO). En la práctica, muchas entidades financieras optan por realizar sus actividades de forma mixta: desarrollando internamente parte de los procesos y subcontratando otros en función de sus necesidades.
Más allá de las funciones de autorización y compensación/liquidación, el procesamiento desde la óptica del emisor de tarjetas puede abarcar un amplio espectro de funciones de negocio, que van desde la emisión física de las tarjetas hasta la gestión del cobro.