Durante los últimos meses, la palabra de moda en servicios financieros ha sido Bitcoin, aparece en las noticias, se comenta en el trabajo, algún amigo se está haciendo rico con el tema, etc. El Bitcoin ha contribuido a que las monedas digitales o criptomonedas, se estén convirtiendo en un término más común para la población.
Actualmente, los big players (Google-Apple-Facebook-Amazon [GAFA], bancos centrales, bancos comerciales, Visa/Master Card/American Express/Discover, Moneygram/Western Union, mercados de valores, etc.) están evaluando o adoptando monedas digitales en sus modelos operativos y de negocio, generando en buscadores en Internet y medios de información, una exhaustiva investigación sobre posibles nuevas alianzas, creadas en el sector y generadas día con día.
Algunos especialistas se refieren a las criptomonedas como “una fuerza imparable”, la cual ha llegado para romper los paradigmas tradicionales del dinero, y a revolucionar la forma de hacer negocios.
La idea de blockchain se materializa en una realidad
Las monedas digitales llegaron para quedarse, hecho que se encuentra causando disrupción en los sistemas financieros, no obstante, el elemento fundamental que está ocasionando el ya mencionado proceso disruptivo, no se deriva de la adopción de monedas digitales, sino de la adopción de tecnología blockchain.
El blockchain forma parte del núcleo de la criptodivisa, en esencia, se le denomina como un registro de información con características muy particulares:
- Es distribuido: No existe una única copia del registro. Similar a internet, un blockchain está replicado muchas veces en muchos nodos.
- Ejemplo: el blockchain de Bitcoin tiene aproximadamente 29 mil nodos completos a nivel global, al perder un nodo no impacta en la red.
- Es descentralizado: No existe una entidad central que controla
- Es inmutable: Cuando una transacción es registrada en blockchain, se convierte en un registro definitivo que no puede ser modificado. Las reglas para la resolución de disputas y remediación son establecidas previamente.
- Es interoperable: Las plataformas blockchain pueden integrarse con todo tipo de registros y bases de datos, incluyendo aquellos operados por instituciones financieras y bancos centrales.
- Basado en identidad: Existen firmas digitales que fungen como un agente que habilita a los participantes para identificar a la contraparte de la transacción y, con ello, autorizar y verificar transacciones.
- Incorpora seguridad criptográfica: las identidades, información y transacciones registradas en una plataforma blockchain están aseguradas utilizando técnicas criptográficas avanzadas.
La suma de estas características permite entender al blockchain como un protocolo de internet que habilita la “confianza ciega” en la red. Utilizándolo es posible realizar una transacción segura sin que exista confianza entre las contrapartes, y sin requerir a un tercero, quien acredite la personalidad de los participantes en la transacción y quien otorgue validez a la misma.
Es este rasgo de descentralización el que convierte a blockchain en una fuerza disruptiva en el mercado, con el potencial de desplazar a muchos de los intermediarios tradicionales en las transacciones financieras, tanto por la transparencia y descentralización, como por su potencial de reducir costos.