David Haigh, CEO de Brand Finance, opinó en torno al lanzamiento del iPhone X y sus implicaciones para la marca Apple.
“Luego de un periodo complicado cuando analistas, comentaristas y más importante – los clientes – empezaron a perder la fe en lo que había sido una marca sumamente exitosa, las expectativas estaban por los cielos ante el anuncio del nuevo iPhone edición 10º aniversario. #AppleEvent inicialmente electrificó a medios y a seguidores por igual, pero el precio premium y la disponibilidad tardía del iPhone X aplacó el ímpetu recuperado de la marca”.
“El iPhone X es la muy esperada respuesta que Apple le tiene a los móviles de pantalla completa de Samsung, y aunque las nuevas funciones tecnológicas prometen al usuario una experiencia de primera categoría, el costo se vuelve un factor que puede disuadir a muchos usuarios menos dogmáticos, listos a acomodarse con un modelo parecido de la competencia de Apple”.
“Con el surgimiento de celulares más baratos provenientes de marcas mundiales emergentes, como es el caso de Huawei, el enfoque cada vez mayor de Apple en lo que a todos los efectos son productos de lujo, podría a fin de cuentas, costarle a la marca su parte equitativa del mercado masivo global, como también crecimiento potencial en el valor de su marca”.
“No obstante, la muestra de innovación en ámbitos que van más allá de la tecnología de los teléfonos móviles, ahora con el Apple Watch compatible con celular y la nueva versión de Apple TV 4K, son aspectos que seguramente le ayudarán a la marca a generar suficiente interés como para romper el hechizo que parecía estaba limitando las ventas de estos productos en el pasado”.
Con un valor que supera los US$107 mil millones, en 2017 Apple se clasificó como la segunda marca más valiosa del mundo, tras haber dominado por cinco años consecutivos, de 2012 a 2016, el estudio de las 500 marcas más valiosas del mundo, Brand Finance Global 500.