Por Andy Payne, Chris Campbell y Antoine Veliz.
Traducido y adaptado por Paola Pérez.
Si damos un vistazo al top 10 del ranking Best Global Brands 2015, podremos observar un factor en común; todas son marcas orientadas al diseño, ya que le dan un papel clave en la organización. El diseño no debe encasillarse únicamente en lo aspectos visibles; debe ser interiorizado por la organización y utilizado como una fuerza para mejorar.
Actualmente, las marcas se experimentan en micro momentos, por lo que el diseño puede ser un elemento muy fuerte para unificar la experiencia de marca. Tiene la capacidad de dejar impresiones al instante y ligar todos esos momentos para que sean memorables y significativos. El diseño ayuda a vincular la estrategia de la organización con la experiencia del consumidor, alineando un diseño de cultura, sistemas, habilidades, gestión de marca y modelos de servicio.
Amazon es un excelente ejemplo de un diseño estratégico refinado. Aunque desde la perspectiva estética, pocos considerarían que su plataforma digital está orientada al diseño, ésta es la clave detrás de su excelente estrategia de experiencia de marca. Productos como Kindle y Echo, ambos conectados a la plataforma, demuestran cómo el diseño puede guiar a la empresa para satisfacer las expectativas cambiantes del consumidor.
- Diseñar del interior al exterior y viceversa
Las marcas han aumentado sus recursos para interactuar con el consumidor en distintos puntos de contacto. Esto es un estímulo para estructurase eficientemente alrededor de las prioridades del consumidor y aprovechar las nuevas plataformas.
Si la organización no está alineada internamente, fallará al intentar crear lazos con su consumidor. Priorizar las interacciones y servicios, ayuda a enfocarse y orientar mejor las inversiones para transmitir efectivamente los intereses de la compañía.
El diseño toma en cuenta los intereses del consumidor y los deseos del negocio por igual. Es una fuerza integradora que da estructura y sincronía interna.
- Diseñando para la estructura y la cultura
Las empresas orientadas al diseño son accionadas por empleados empáticos con sus audiencias, así como por equipos que observan e internalizan lo que necesitan las personas en lugar de lo que necesita el trabajo.
GE ha centrado su modelo de negocios en el diseño al transformarse de una empresa manufacturera en una innovadora en lo digital-industrial. Una de las recientes campañas publicitarias de la compañía comunica sus esfuerzos por reclutar nuevos talentos tecnológicos, lo que refleja su empeño en fomentar una cultura creativa.
- Diseñar para simplificar y humanizar
El constante cambio en las tecnologías y demandas del consumidor, hacen más complejos los retos organizacionales. El diseño soluciona esa complejidad al volver más simple, intuitiva y agradable la interacción con la tecnología y otros sistemas complicados.
El diseño centrado en el humano, observa e identifica las decisiones más simples y naturales; requiere de un pensamiento no lineal y una exploración fluida. Su finalidad es volver más racionales las acciones de la organización y más intuitiva la experiencia al consumidor.
- Diseñar por empatía y emociones
Las marcas puedan probar que realmente entienden al consumidor al diseñar interacciones emocionales que creen valor. El diseño busca un balance entre estética y funcionalidad, así como entre eficiencia y emotividad. En ese balance, un simple punto de contacto refleja el funcionamiento de la organización, y la empresa y la experiencia del consumidor son uno mismo.
El diseño es más que una meta elevada y provocativa; es una herramienta esencial para construir organizaciones fuertes, ágiles y centradas en el consumidor.