En la revista Quién están de aniversario, festejando 15 años, y para comenzar su primer portada de 2015 es una de las parejas más estables del medio artístico: Thalía y Tommy Mottola, quienes caminaron al altar el mismo año en que nuestra primera edición veía la luz.
Aunque la vida privada de Thalía y Tommy parece impenetrable, descubrimos en Nueva York cómo se llevan cuando no tienen encima los reflectores.
La mirada de Thalía se ilumina cuando comenzamos a platicar sobre su vida de pareja con Tommy. Dando sorbos a su botella de agua entre comentario y comentario, nos comparte los detalles de cómo se conocieron. Su sonrisa es la misma que la del día de su boda.
Muchos saben que fue Emilio Estefan, amigo en común, quien les organizó una cita a ciegas, pero pocos se enteraron de que la decisión de Thalía de quedarse a vivir en Nueva York no estaba planeada: «Anduvimos un año mientras yo hacía Rosalinda (1999). Los dos viajábamos todos los fines de semana a Miami para vernos y entonces, al final de Rosalinda, él me dijo: ‘Vente al verano, pásalo acá conmigo’. Llegué con 12 maletas, mi perro, y ya nunca regresé», confiesa.
¿Qué representó el apoyo de tu esposo en los momentos más difíciles?
Su apoyo ha sido más que incondicional; él ha sentido lo que yo sentí, como si encarnara en mí, el sufrimiento, el dolor, la enfermedad, la pérdida, absolutamente todo y ha sido esa fuerza de «aquí estamos y vamos adelante, y mira a los niños y vamos hacer esto y qué te parece si, no sé, inventamos una cosa».