El Día Mundial de la Alimentación, que tiene lugar el 16 de octubre, es una fecha que nos convoca a reflexionar sobre la vital importancia de este derecho humano y nos impulsa a seguir generando iniciativas para contribuir a la meta global de #HambreCero para 2030, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y se ha convertido en toda una misión para países, empresas, organismos y sociedad civil.
¿Por qué es importante garantizar la seguridad alimentaria para todos? Porque sus opuestos -el hambre crónica y la pobreza alimentaria- generan un círculo vicioso que se traduce en rezago y un déficit de desarrollo para los países. Esta situación, que se agudiza en zonas rurales, se relaciona con diferentes factores como los sucesos violentos de los últimos años.[1]
Hablar de erradicación del hambre es hablar de sustentabilidad. Invertir en sistemas alimentarios sostenibles y en el desarrollo de comunidades en situación vulnerable se ha convertido en el objetivo de diversas organizaciones de la sociedad civil, alineadas a los ejes establecidos por autoridades globales que están impulsando el cambio. De esta forma, en lo que respecta a la iniciativa privada, la manera de sumarse a esta causa ha significado eliminar el desperdicio de alimentos, abastecerse localmente y de manera responsable, optimizar la gestión de recursos a través de estrategias de economía circular, la donación oportuna de alimentos perecederos, entre otros ejes rectores[2].
El panorama en nuestro país sigue siendo retador y será tarea de todos mover la aguja. De acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en 2016 se registraba un total de 53.4 millones de mexicanos en situación de pobreza, de los cuales 9.4 millones atravesaban pobreza extrema. El estudio de la institución sobre la Medición de la Pobreza en México refiere que 24 millones tienen carencias de alimentación[3].
¿Cómo podemos, desde la iniciativa privada, sumarnos a esta gran causa y hacer más grandes estos apoyos? Las empresas hoy en día juegan un rol muy importante en la agenda social de nuestro país, contribuyendo a mejorar el desarrollo de distintas comunidades. Fundación Walmart de México, creada hace 15 años, ha sido uno de los principales donadores a bancos de alimentos en el país, además de capacitarlos para incrementar su eficiencia. A través de las tiendas, clubes y centros de distribución de Walmart de México y Centroamérica se canalizan a organizaciones no lucrativas, donativos en especie de mercancía no apta para la venta, pero sí para el consumo humano, por ejemplo, una caja de cereal maltratada pero con el contenido intacto.
Actualmente, Fundación Walmart de México trabaja de la mano con instituciones que tienen modelos probados y replicables para hacer frente a la pobreza alimentaria. Al cierre de 2017, apoyó a más de 100 instituciones para la entrega de mercancía entre las cuales se encuentran 41 bancos afiliados a la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos A. C. y Alimento para Todos I.A.P. Gracias a estas sinergias, Fundación Walmart de México pudo hacer más por quienes más lo necesitan. Durante este mismo periodo, donó 27 mil 161 toneladas de alimentos a nivel nacional y logró impactar positivamente a más de 860 mil beneficiarios, creciendo un 17% la recuperación de alimentos para su donación en México.
Estas instituciones requieren también inversión en infraestructura, por ello, en lo que va de 2018, ha contribuido a fortalecer las instalaciones de aliados y ha ayudado a equipar a 41 bancos en su cadena de frío.
En cuanto a la generación de capacidades, prepara a bancos de alimentos para incrementar su eficiencia y otorga financiamiento a proyectos de seguridad alimentaria en comunidades de escasos recursos.
En Fundación Walmart de México sabemos que la alimentación es un tema central en la agenda del país. Estamos frente a un escenario retador pero estamos convencidos que trabajando de la mano con organizaciones no lucrativas, bancos de alimentos e instituciones, podremos seguir contribuyendo en favor de quienes más lo necesitan.