Se presentó en México el cuarto informe de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) del Grupo Ferrero, con el evocador título: “Compartir valores para crear valor”. El documento ilustra la estrategia de RSC desarrollada por el Grupo, guiado por su CEO Giovanni Ferrero, con sus 10 objetivos para el 2020, los resultados ya alcanzados y los desafíos futuros.
La responsabilidad social del Grupo Ferrero tiene raíces muy antiguas y se caracteriza profundamente el modelo de negocio. En síntesis, Ferrero expresa su responsabilidad social corporativa a través de cuatro pilares:
Los productos, con su altísima calidad, y, por tanto, con toda la seguridad para el consumo, frescura, aprovisionamiento sostenible con las mejores materias primas, y al mismo tiempo con una fuerte innovación y porciones adecuadas.
La Fundación Ferrero, está al cuidado de los trabajadores jubilados bajo el enfoque sanitario y social, y promueve varias actividades culturales y artísticas.
Las empresas sociales Ferrero, que existen en India, Sudáfrica y Camerún, cuyo objetivo es, por un lado, crear puestos de trabajo en las áreas menos favorecidas del planeta, y, por el otro, realizar iniciativas para la educación y la salud de los niños.
El programa educativo “Kinder+Sport”, orientado a facilitar y animar a la actividad física de niños y adolescentes, con el fin de prevenir y combatir el sedentarismo, factor importante de la obesidad.
Como común denominador de los cuatro pilares se encuentra el estricto Código Ético del Grupo, el cual asegura la plena tutela y salvaguardia de los derechos humanos, incluyendo la lucha contra el trabajo infantil, el respeto absoluto al medio ambiente, con el objetivo de reducir los consumos energéticos utilizando fuentes de energía renovables, junto con una vigilancia permanente frente a cualquier forma de corrupción y fraude