En una conferencia de prensa Panda Express y Fundación Yépez A.C. anunciaron el inicio de la colecta que tiene como objetivo principal proteger y preservar a las diferentes especies de tortugas marinas que se encuentran en peligro de extinción. A partir del 10 de junio del presente año; y durante dos meses, los comensales de los restaurantes Panda Express tendrán la oportunidad de adquirir a Midas y Chelo, dos diferentes llaveros en forma de tortuga de peluche con un tamaño ideal para llevarse a todos lados.
“En esta ocasión, Panda Express ha decidido apoyar a una fundación muy pequeña pero que hace una labor extraordinaria en las costas veracruzanas. Nosotros fuimos a conocer la fundación y es una joya por dos cosas: una por la causa misma que es todo un ecosistema y otro por las personas que lo manejan. Fue muy fácil tomar la decisión de a quien apoyar y en este caso arrancamos una campaña de recaudación para apoyarlos.” indicó Gustavo Pérez Berlanga, Director de Responsabilidad Social de los restaurantes Toks y Panda Express.
Existen siete especies de tortugas marinas en el mundo, de las cuales México recibe seis y cinco llegan a la zona del Golfo de México para poner sus huevos. Estos huevos son amenazados en cada temporada, por traficantes, depredadores y demás peligros; es por eso que Ricardo Yépez, cabeza de Fundación Yépez A.C., ha seguido los pasos de su padre luchando cada día para defender a las tortugas de sus amenazas y lograr su nacimiento y su exitoso arribo al mar.
Entre los peligros a los que se enfrentan las tortugas, se encuentran: el calentamiento global, la contaminación y sobretodo la población turística, pues esto cambia las playas en las que originalmente nacieron las tortugas, donde después de 40 años ellas regresan a su lugar de origen a desovar. El sexo de las tortugas al nacer es determinado por la temperatura a la que están enterrados los huevos; esto ha provocado que haya un desbalance, en que la carencia de tortugas machos limita la capacidad de la especie de reproducirse. El problema más grande, reside en que ninguna especie de tortuga marina puede concebir si está en cautiverio, lo que complica dramáticamente su preservación y aumenta el peligro de extinción.
Con respecto a la contaminación, las tortugas encuentran, por ejemplo, bolsas de plástico que debajo del agua tienen un parecido a su alimento principal: las medusas; y por consiguiente se alimentan de ellas. Esto representa un peligro mortal gracias a que el plástico es sofocante.