Por Sergio Morilo Rodrigues, Ejecutivo de Centro de Servicios Compartidos, TOTVS.
Incluso sin querer, entramos en una nueva era de unidad mundial. Como resultado del coronavirus, continuamos experimentando un momento de mayor atención, cuidado por el otro, reglas meticulosas de higiene, contacto físico y confinamiento. Y ha sido precisamente esta distancia personal la que nos ha unido a favor de la salud de todos, ya que la razón principal del encierro continúa siendo precisamente contener los contagios. Por lo tanto, la recomendación de la OMS (Organización Mundial de la Salud) es que todos los que puedan continúen en casa.
Este escenario nos ha retado a enfrentar otro cambio importante: el home office todos los días. Las empresas de todo el mundo tuvieron que adaptarse para no detenerse, con eso, una multitud de empleados que nunca habían trabajado en un sistema remoto tuvieron que adherirse a la práctica, de la noche a la mañana, reajustar sus funciones y aprender a producir a partir de sus hogares. Un verdadero desafío para empresas, equipos y gerentes de recursos humanos.
Con este nuevo modelo de trabajo, surgieron y continúan surgiendo otras preguntas: ¿Cómo asegurarse de que los empleados estén trabajando dentro de su horario laboral y medir sus horas extras? Y para aquellos que por su rol laboral han tenido que regresar físicamente a sus rutinas de trabajo, ¿qué podemos hacer para protegerlos?
La respuesta a casi todas estas preguntas está en la tecnología, pues a través de estas herramientas se pueden resolver estos problemas de una vez por todas, garantizando estas adecuaciones. Un buen ejemplo de esto es una aplicación que le permite registrar al empleado desde el reconocimiento facial, utilizando solo su teléfono celular. A través de la tecnología de escaneo facial y el procesamiento de aprendizaje profundo, la aplicación identifica, en fracciones de segundos, quién es ese empleado y dónde está, sin la necesidad de que el dispositivo esté conectado a Internet. Una instalación que resuelve los problemas de grabación de la carga de trabajo en el modelo de trabajo remoto.
También, ya existen soluciones que permiten la movilidad para las rutinas de recursos humanos. El gerente comienza a administrar su equipo en cualquier momento y en cualquier lugar; los empleados, por otro lado, obtienen autonomía sobre sus propias necesidades e información, como recibo de pago, informe de ingresos, solicitud de vacaciones, entre otros. Todo esto sin la necesidad de ningún desplazamiento o interacción con el equipo de recursos humanos, como lo exigen los tiempos actuales.
La nueva realidad global requiere que los departamentos de Recursos Humanos puedan, cada vez más, flexibilizar, revisar procesos y cuidar la salud de cada empleado. Las reuniones cara a cara, que en este momento deberán seguirse evitando, continuarán siendo reemplazadas por reuniones virtuales.
Pero eso no significa que debamos alejarnos de nuestras relaciones personales y amistades que tenemos en el trabajo. ¿Por qué no preparar un café de la tarde por videoconferencia con sus colegas de la empresa? ¡No olvides llevar tu taza al frente de la computadora!
Poco a poco estamos regresando a vida normal. Pero tenemos la oportunidad, a este regreso, de tomar lo que hemos aprendido bien en ese momento y rescatar lo que no pudimos hacer. El equilibrio entre los modelos será la gran clave para el futuro, para estar más preparados para una situación difícil como esta. Y la tecnología puede ser un gran aliado. Piense en eso.
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