Para un emprendedor, su empresa es fruto de mucho trabajo y sacrificio, en algunos casos, es su principal fuente de ingreso, además es la seguridad para su familia. En México existen 4 millones de PyMEs[1] que representan cerca del 52% del PIB y más del 70% de los empleos formales del país[2], pero preocupa que la mayoría no cuenta con un seguro de propiedad o de daños.
De acuerdo con el Banco Mundial, para que un emprendedor registre una nueva empresa en México, debe realizar 7.8 trámites, lo que toma un lapso de 8.4 días y un costo aproximado del 17.0% del ingreso per cápita de México[3], alrededor de 30,000 pesos[4]. Esto sin contar los trámites para registrar la propiedad; contratar servicios como agua, luz, línea telefónica e internet; el tiempo que le tome definir su plan de negocios y de comunicación, además de contratar personal. Por tanto, no es raro que entre tantas responsabilidades a veces se olvide una parte fundamental: asegurar ese emprendimiento.
Y es que cualquier empresa, sin importar su tamaño, antigüedad o giro, está expuesta a constantes riesgos. Estos pueden ir desde el accidente de un empleado o cliente, pasando por el robo o daño de equipos electrónicos o maquinaria, hasta un incendio que dañe los activos de la empresa. En el caso de grandes empresas, cuentan con planes y programas para prevenir y actuar en caso de una crisis, mientras que las PyMEs viven al día y, muchas veces, no cuentan con recursos o planeación adecuada para hacer frente a algún siniestro.
En México, la esperanza de vida de una empresa recién creada es de 7.8 años en promedio[5], pero aproximadamente el 75% de las PyMES no sobrevive más de dos años y solo el 10% sobrevive más de 10 años.[6] De acuerdo a Nacional Financiera[7], las causas más comunes para estos fracasos son la falta de experiencia administrativa, falta de controles adecuados que les permitan anticipar problemas, no contar con capital suficiente, y no identificar correctamente el riesgo.
“A lo largo de los años, hemos visto pequeñas empresas con un plan de negocios novedoso y bien definido, que lograron un rápido crecimiento. Sin embargo, sufrieron algún imprevisto, tras el cual se vieron obligados a detenerse y cubrir costos no planeados, después de esto, muchos no pudieron relanzar su negocio. Por ello es importante que los emprendedores consideren un seguro que proteja su inversión desde el primer día”, señaló Jesús García, director SME – MM México de Chubb Seguros.
Para los emprendedores mexicanos, contar con un seguro de propiedad y daños patrimoniales es una opción para proteger la empresa en donde han invertido trabajo, tiempo y dinero. Chubb Seguros México, a través de su línea ABA, ofrece ABA PyME Segura un producto que puede hecer la diferencia entre recuperarse de un evento desafortunado o perderlo todo de un momento a otro. Este seguro permite hacer frente a cualquier imprevisto establecido en la póliza, para no perder el tiempo ni el enfoque en lo importante: hacer crecer el negocio.