La semana pasada la volatilidad de los mercados financieros se acentuó, principalmente en los mercados de equity, llevando a los índices accionarios a romper varios niveles técnicos importantes, a pesar de que la temporada de reportes arrancó con sorpresas positivas. Pareciera que la perspectiva de desaceleración económica en Europa, Asia y algunos países emergentes prevalece en el ánimo de los inversionistas.
Desde nuestra perspectiva, en el mediano plazo el sólido proceso de crecimiento de la economía norteamericana, y la hipótesis de que la reserva federal se mantendrá estimulando a la economía por un tiempo relativamente largo, le dan soporte a un panorama de crecimiento en los índices accionarios en Esta-dos Unidos. Sin embargo, pensamos que esta semana el movimiento de baja podría continuar, sobre todo si el S&P 500 perfora el nivel de resistencia de 1,900 puntos. El único catalizador positivo de corto plazo que podría darle so-porte a los índices norteamericanos esta semana lo presentan los reportes trimestrales de empresas y el potencial de observar sorpresas positivas.
Respecto a Europa, es probable que los índices accionarios continúen con su caída esta semana, ante la perspectiva de datos negativos y la falta de compro-miso por parte del BCE respecto al monto de apoyo en la compra de activos.
En relación al IPC de la BMV, es probable que se mantenga con una tendencia de baja, a menos que los reportes trimestrales de las primeras empresas que los publican esta semana le den algún soporte.
Por lo que respecta a la parte larga de la curva norteamericana, es posible que la tasa del treasury de 10 años se mantenga lateral, fluctuando dentro de un rango estable, luego de la fuerte baja observada en fechas recientes.
Es probable que las tasas de largo plazo mexicanas sigan a sus similares norteamericanas durante la semana, manteniéndose laterales.
Esta semana es posible que la cotización peso-dólar fluctué en el intervalo de 13.25—13.60.
El principal riesgo para esta perspectiva lo presenta la posibilidad de sorpresas negativas en las empresas relevantes en la temporada de reportes trimestrales. Adicionalmente, hay que estar pendientes del riesgo geopolítico.
El dato de mayor relevancia de la semana pasada fue la inflación de septiembre que se ubicó en 0.44%, por debajo del 0.47% esperado por el consenso. La inflación se vio presionada por incrementos en los precios de la educación y productos pecuarios, mientras que las principales bajas fueron derivadas de servicios de telefonía móvil, servicios profesionales y servicios turísticos en paquete. La inflación anual llegó a 4.22% acelerándose por quinto mes consecutivo y alcanzando su nivel más alto desde febrero. En los siguientes meses es probable que la inflación se mantenga por encima del 4% anual, para cerrar el año alrededor de nuestro estimado de 4.10%.
Por otra parte, también se publicaron las ventas de la ANTAD de septiembre, que cayeron 2.1% vs. 0.4% de crecimiento esperado por el consenso, y la producción industrial de agosto, que tuvo un incremento de 1.4% vs. 2% del consenso.
La debilidad de los datos publicados la semana previa contrasta con la perspectiva de recuperación de la economía mexicana prevaleciente. Estos datos y la inflación, que se espera recupere su nivel por debajo del 4% en la primera parte del próximo año, soporta nuestra perspectiva de que el Banxico mantendrá sin cambios la tasa de referencia hasta muy entrado el próximo año.
Con respecto a la información económica para esta semana, se publica el desempleo de septiembre, donde nuestro modelo arroja una tasa de 5.07%, que está por debajo del 5.21% estimado por el mercado, a raíz de un efecto coyuntural del mal clima durante el mes.
La semana pasada fue altamente volátil con resultado negativo para los mercados accionarios norteamericanos, que retrocedieron más del 2.0% en la semana, a pesar de un inicio positivo de la temporada de reportes.
En cuanto a datos económicos en Estados Unidos, la semana pasada fueron muy pocos, destacando la publicación de las minutas de la Fed. En ellas, los miembros del comité de política monetaria expresaron preocupación por el débil crecimiento de la economía global y la apreciación del dólar, y su impacto en la economía doméstica y la inflación.
Esta semana se publican las ventas minoristas de septiembre, que se espera se desaceleren, en línea con la caída en las ventas de vehículos y del precio de la gasolina. También se publica la inflación a los productores de septiembre, la cual podría reflejar el retroceso en los precios de la gasolina.
Se publicarán también los índices manufactureros regionales de NY y de Filadelfia de octubre, en donde se espera un ligero retroceso luego de las fuertes lecturas de septiembre. En el dato de producción industrial de septiembre se espera un rebote, encabezado por la producción de vehículos.
Por último, se darán a conocer los comienzos de casas y los permisos de construcción de septiembre, en donde se espera un rebote luego de las caí-das en agosto. Así mismo, se publica la lectura preliminar del índice de con-fianza del consumidor de la U. de Michigan, en donde se espera una ligera disminución con respecto a septiembre, debido principalmente a la corrección reciente en el mercado accionario y a las preocupaciones por la economía global, lo cual podría verse parcialmente contrarrestado por la mejora en el empleo.
Esta semana se publica la producción industrial de la Eurozona del mes de agosto, que se espera que se contraiga 1.5% después las caídas observadas en la producción de Francia, Italia y Alemania, con lo que se confirmaría el debilitamiento de las perspectivas de la zona.
También se publica el índice de confianza económica ZEW de Alemania que se espera que caiga de 6.9 a 0.3 en congruencia con los desalentadores datos de órdenes de fábrica, producción industrial y balanza comercial. De caer el índice, éste sumaría nueva caídas consecutivas y se ubicaría en la zona de neutralidad respecto al optimismo sobre la situación económica actual y esperada.