México empezó el 2014 con expectativas de crecimiento ambiciosas: las reformas en materia tributaria y energética que se aprobaron durante los últimos meses del 2013 y mediados del 2014 aumentaron las esperanzas de tener un panorama comercial nacional e internacional productivo. Los pronósticos optimistas proyectaron un crecimiento del 4 % para este año, amenazando con sobrepasar a Brasil como la economía más grande de Latinoamérica.
Sin embargo, la realidad ha sido un poco diferente. En abril de 2014, la producción y el desarrollo de nuevas empresas fueron inferiores al promedio registrado en 2011 y 20121, lo que indica que, aunque la industria podría continuar creciendo, posiblemente sería a un ritmo mucho más lento que el previsto. Como un decepcionado ejecutivo señaló, las cifras del gobierno “no son las que tenemos nosotros”. Según la Actualización de Perspectivas de la economía mundial del Fondo Monetario Internacional 2, se espera un repunte del crecimiento en México, pero la proyección para 2014 es más débil que la estimada en la actualización de abril debido al retraso en la recuperación de EE. UU. y al debilitamiento de la actividad de construcción en México. De hecho, en julio pasado, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas volvió a recortar la perspectiva de crecimiento del PIB para la segunda mitad del año, ubicándola en el rango del 2.5-2.6 %, lo que sigue generando incertidumbre entre los empresarios del sector.
De acuerdo con el 63 % de los encuestados del estudio Monitor sobre la industria manufacturera y de distribución de McGladrey de 2014, las ventas de los distribuidores y fabricantes mexicanos dentro de México aumentaron un 6 % promedio en los últimos 12 meses.
La mitad de los participantes se describen a sí mismos como en crecimiento (en comparación con el 35 % de los participantes del estudio Monitor en general3) (Figura 1), y solo el 4 % afirma que están empeorando (el resto de los participantes se mantienen estables). El crecimiento, según las compañías que están progresando, ha sido impulsado por la expansión nacional, las inversiones en tecnología y las mejoras en los procesos, así como por un aumento significativo en la demanda.