Por: Benjamín Méndez
Dir. General
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La situación actual que se está viviendo en el país nos preocupa ya que muchas de las decisiones tanto políticas, económicas y sociales están afectando de manera negativa la imagen de nuestra nación en el mercado internacional. Al igual que una empresa, la imagen de su marca y sus productos es fundamental para que sus consumidores la adquieran y le sean fieles. Lo mismo sucede con nuestro país en donde la marca México debería generar confianza, respeto, admiración dentro de un marco de cultura, tradiciones, educación, productividad y condiciones adecuadas para consumirla ya sea mediante inversiones, comercio o flujo de turistas que generan una gran actividad económica.
La marca México venía logrando un posicionamiento importante en los últimos años, a pesar de factores sociales que inciden negativamente como la inseguridad y corrupción principalmente. Pese a ello, en Agosto del 2018 la Organización Mundial del Turismo (OMT) confirmó que México pasó del octavo al sexto lugar en recepción de turistas internacionales, al registrar 39.3 millones de visitantes extranjeros que arribaron al país el año pasado, con lo que supera a potencias como Reino Unido, Turquía y Alemania.
Con base en el documento Panorama OMT del Turismo Internacional 2018, las cifras del ranking mundial correspondientes a 2017 indican que el país ascendió dos lugares en el ranking mundial al pasar del octavo lugar en 2016, con 35.1 millones de turistas internacionales, al sexto sitio, con 39.3 en 2017, lo cual representa además un crecimiento de 12% en el flujo de viajeros.
Estos resultados no se dieron de forma gratuita. El trabajo desarrollado en el sector del turismo de los últimos años fue fundamental como resultado de la intensa campaña de promoción y posicionamiento de la imagen de la marca México en Estados Unidos, el principal mercado emisor. Además, se diversificaron acciones en otros países de Latinoamérica, Europa y Asia, aprovechando las nuevas rutas aéreas, entre ellas a China, Japón y Corea.
En México, tanto la llegada de turistas internacionales como su derrama de divisas nunca había crecido a un ritmo tan acelerado en un sexenio.
En los primeros cinco años de gobierno anterior ambas variables se expandieron a un ritmo promedio anual de 10.9%, muy superior al avance de 0.8% (llegada de turistas) y 1.5% (captación de divisas) observado en el sexenio de Felipe Calderón o a la expansión de 6.6% (llegada de turistas) y 0.6% (captación de divisas) del sexenio de Vicente Fox.
Lo anterior fue posible a pesar de las constantes alertas de viaje emitidas por el gobierno de Estados Unidos, como la actualización que realizó en agosto del año pasado en la que advirtió a sus ciudadanos sobre el riesgo de seguridad de viajar a Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Colima, Guerrero, Quintana Roo y Veracruz.
Hoy en día el panorama luce totalmente diferente y las cifras no mienten.
Durante el primer trimestre de 2019, según la firma de EU Smith Travel Research (STR) recabando información de las cadenas hoteleras en destinos de playa y de ciudad, la ocupación en México promedio se hundió 4.9 puntos para situarse en el 61.9 por ciento, lo que supuso la más baja para cualquier primer trimestre en el país desde 2013.
La citada firma STR detalla que este descenso obedece a la imagen de inseguridad en México que se agrava con la ausencia de una entidad que promocione al país ante los viajeros internacionales como era el CPTM (Consejo de Promoción Turística de México). La intensa campaña de promoción y posicionamiento de imagen de la marca México que se venía realizando en los principales mercados internacionales fue suspendida, con las graves consecuencias que ello implica.
El arranque de la actual Administración registró el menor el crecimiento económico para un inicio de sexenio en los últimos cuatro Gobiernos federales, de acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), con cifras del Inegi. En los tres primeros meses del actual Gobierno, se reportó un crecimiento económico promedio, medio por el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), de sólo 0.8 por ciento.
Al no estar presente nuestra marca México en el mundo, otras marcas tomarán su lugar como ya está sucediendo, agregando a ella que la única imagen que se presenta de nuestro país son imágenes de inseguridad, noticias de cancelación grandes proyectos como el NAIM, baja en la calificadoras internacionales y lo que se acumule en la semana.
Con ello otros destinos con los cuales compite nuestro país como el caribe, centro y Sudamérica y dentro de los Estados Unidos están de fiesta repartiéndose el mercado que estamos dejando ir.
Tan solo un dato: En el caso del aeropuerto de Cancún, en el primer trimestre del año se registró 10 por ciento menos de asientos de avión llegando a la terminal, mientras que destinos como República Dominicana y Jamaica tienen crecimientos de 15 por ciento. Claramente, lo que dejó de llegar al Caribe mexicano se va a esos destinos.
Tomó muchos años el que México se lograra posicionar a nivel internacional como la sexta potencia turística, perder esa posición como está sucediente es muy rápido y poder recuperarlo tomará muchos años.
Con la imagen no se juega y menos con la de un país ya que representa fuentes de trabajo, divisas, inversiones, productividad y mayor crecimiento económico.
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