El autismo es un trastorno del desarrollo el cual afecta de manera significativa el progreso cerebral, limitando la actividad normal de los niños para llevar a cabo habilidades sociales y de comunicación con el mundo que los rodea; así como evitar que los movimientos físicos sean restringidos, como por ejemplo el no poder caminar.
¿Pueden imaginarse lo que representa para los papás ver que su hijo no puede expresarles lo que siente? Sin duda alguna es un golpe muy fuerte que afecta la vida de todos los miembros de la familia, los cuales tienen que buscar distintas alternativas que les permitan sobrellevar la situación y, sobretodo, tratar de brindarle una mejor calidad de vida a su hijo.
Algunas de las limitantes que sufren estos pequeños, van desde tener una incapacidad para mantener una interacción social, movimientos incontrolados de alguna extremidad, son niños extremadamente sensibles en cuanto a la vista, ya que las luces muy intensas del molesta; el oído, ya que los sonidos fuertes los llegan a alterar; constantemente experimentan angustia si sufren algún cambio de rutina, les cuesta trabajo tener un desarrollo normal de lenguaje y evitan el contacto físico; ya que les resulta abrumador.
Con el fin de intentar mejorar su calidad de vida, los padres tratan de ayudar a sus hijos con diversos tratamientos como son los medicamentes psicoactivos, estimulantes o antidepresivos; así como la utilización de cámara hiperbárica, terapias de ayuda e intervención nutricional.
Actualmente la utilización de las Células Madre Mesenquimales ha tenido un avance muy importante, en cuanto a medicina regenerativa se refiere, para tratar dicha enfermedad; diversos estudios han demostrado que el tratamiento con estas células, logra permitir que los pequeños puedan mejorar notoriamente sus capacidades de interacción social, así como lograr que empiecen a realizar ciertas actividades por ellos mismos y aumentar su capacidad de concentración e interés por el mundo que los rodea.
Estos tratamientos se han realizado en países como Alemania, Australia, Estados Unidos, México, etc; han utilizado Células Madre Mesenquimales como las que se encuentran en los dientes, demostrando el poder que tienen dichas células para mejorar notablemente ciertos aspectos de los pequeños y disminuir la puntuación CARS* que puedan presentar, tales como son la cognición, los procesos sensoriales, lenguaje hablado, coordinación, disminución de la hiperactividad, relación con el entorno, mejora en el habla; brindando a los padres de familia una esperanza para que sus hijos puedan llevar una vida más normal y puedan ser más independientes.
Uno de los padres de un pequeño que fue sometido a este tratamiento en Estados Unidos recalcó: “No podemos dejar de admirar a nuestro hijo; ahora ya saluda a la gente y a los niños en su aula espontáneamente, sin que nadie se lo sugiera. Tiene el contacto visual perfecto, antes del tratamiento casi nunca lo lograba. Ya ha completado todas las tareas que estaban en su plan educativo individual, por eso sus profesores le plantean metas y tareas nuevas para él. Su comprensión de los textos leídos casi coincide con su categoría etaria. Ya habla mucho más con sus compañeros”.
Estos estudios, y sus resultados, demuestran la importancia de la crío-preservación de las células madre dentales, las cuales se encuentran en los dientes de leche de los niños representando un seguro de vida. La utilización de dichas células, ayuda a mejorar las capacidades de los pequeños con autismo, así como disminuir la preocupación y angustia de la familia.