Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Nos protege del clima y de microorganismos perjudiciales para nuestra salud. Regula la temperatura del cuerpo y es flexible. Nos permite sentir y reconocer lo que acontece a nuestro alrededor. La piel es en sí, nuestra carta de presentación.
Cuidarla es parte de un mantenimiento que la conserva sana para que se regenere por sí sola, y así mantenga niveles óptimos de humectación. Generalmente, una piel saludable contiene 90% de agua, manteniendo así su vitalidad. En cambio una piel reseca, reclama hidratación. Hidratar por dentro y por fuera nuestra piel, resulta esencial para mantener su fuerza y flexibilidad.
Para este objetivo, desde hace 155 años, Vasenol restaura científicamente la piel reseca gracias a su ingrediente principal: la vaselina, una sustancia que penetra profundamente para ayudar a reparar la piel desde adentro.