Por Carlos Sánchez, Chief Technology Officer de AT&T en México
Vivimos en la era de la innovación. La tecnología está transformando a las sociedades a una velocidad acelerada y la conectividad ha cambiado la manera en la que producimos, distribuimos y consumimos, estemos conscientes de ello o no. Hay quien incluso se atreve a hablar de una Cuarta Revolución Industrial.
El simple hecho que celebremos el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información cada 17 de mayo, nos habla de la relevancia que tiene esta industria en la economía de cualquier país.
De acuerdo con expertos, la penetración total de una red móvil de alta velocidad como la 4G LTE podría ocasionar un crecimiento del PIB de un país hasta del 4.8%. Hoy, analistas independientes calculan que el operador que ofrece mayor acceso a este tipo de red en México es AT&T con el 71.5% . No sólo está disponible para su uso, sino que además nuestros usuarios la aprovechan. 70% de los clientes se conectan hoy a través de celulares inteligentes a una red 4G LTE que les permite descargar y conectarse a una velocidad hasta seis veces mayor a la red 3G. En un día cualquiera, nuestra red en México puede superar los 656 TB de datos, de los cuales cerca de 35% son usados en redes sociales y 25% los destinan a ver video en streaming.
México es un claro ejemplo de cómo la red se puede convertir en un motor de crecimiento económico y desarrollo social.
Hace dos años, mientras que el gobierno establecía un audaz plan para su reforma de telecomunicaciones, la mayor parte del acceso a Internet móvil era a velocidades de 2G. Hoy, más del 84% de la población tiene acceso a velocidades de 3G y 4G. Para poner esto en perspectiva, un mayor porcentaje de la población en México tiene acceso a Internet móvil 4G que la población de Gran Bretaña.
Este tremendo salto tendrá sin duda repercusiones en la aceleración de negocios en el país, donde las empresas globales están buscando cada vez más oportunidades y las compañías locales exploran la posibilidad de transformarse usando capacidades móviles avanzadas.
Entre 2014 y 2015, el comercio electrónico en México tuvo un crecimiento de 59%, con un volumen de ventas de más de 257 mil millones de pesos, y las transacciones a través de dispositivos móviles aumentaron, con casi cuatro de cada cinco usuarios que realizan por lo menos un tipo de transacción . Lo anterior, es sólo un ejemplo de la forma en la que la conectividad puede transformar los negocios.
Hoy la red de AT&T cubre a 85 millones de personas y nos hemos puesto el objetivo de llegar a 100 millones para finales de 2018. Este agresivo plan ha generado mayor inversión en la industria y mejores opciones para los consumidores. El siguiente paso será sin duda la entrada al mundo del Internet de las Cosas (IoT), lo cual cambiará la forma en que vivimos, a medida que hay más y más elementos conectados en el mundo.
A finales de 2017 desplegaremos la primera red LTE-M del país. Se trata de una red dedicada a las máquinas o las “cosas”, que sin duda, se convertirá en un catalizador para la implementación de IoT a gran escala en México. Los dispositivos diseñados para funcionar con la red LTE-M tendrán ventajas en relación a las opciones de conectividad de IoT tradicionales, como son: menores costos en equipos, mayor duración de la batería y mejor cobertura de los dispositivos de IoT en lugares subterráneos y dentro de edificios.
La red móvil, en cualquier país del mundo y con cualquier operador, es sinónimo de crecimiento e innovación. Cuando además el despliegue de conectividad se hace con calidad, y sentido de comunidad, gracias a un equipo especializado y comprometido, estamos convencidos que tiene el potencial de transformar sociedades.
En el marco del día de las Telecomunicaciones, los invito a imaginar su hogar, su empresa y su mundo, completamente conectados. Verán que la innovación no conoce fronteras.