A lo largo de la historia de la humanidad, distintas personas a través de sus acciones han influido en sectores para generar cambios significativos a favor de la sociedad. De acuerdo con World Wide Fund For Natura, las actividades en contra del medio ambiente y el nivel de explotación de los recursos naturales han aumentado tan drásticamente que el ecosistema se deteriora más allá de su capacidad para regenerarse. Por ello y para resarcir el daño hacia el planeta, desde los años 60 se han creado organizaciones globales que generan acciones que contribuyen con el cuidado de la Tierra.
No obstante, los avances que se han logrado no sólo dependen de las organizaciones sino también del compromiso de actores clave, en este caso de mujeres, que desde diferentes ejes se han comprometido, desarrollado e implementado labores que han generado cambios en la población en general.
En México, la emprendedora Ixchel Anaya se ha dedicado a la fabricación de pañales de tela a partir de textiles amigables con el medio ambiente. Su producto puede reutilizarse hasta 600 veces y permite ahorrar hasta 25 mil pesos a las familias, de igual forma, contribuye en el cuidado de la salud de los bebés. De acuerdo a PNUMA, 14% de los residuos sólidos generados en el país corresponden a pañales desechables.
También en el país, Sarita Mazuera se ha dedicado al desarrollo de técnicas y alternativas en el manejo de enfocadas al cuidado del medio ambiente en México en Veolia, referencia internacional en el manejo eficiente del agua, residuos y energía. Forma parte del Consejo Consultivo del Agua, creado en el año 2000 es un organismo independiente enfocado a analizar y evaluar aspectos de la problemática hídrica del país. Asimismo, participó en el movimiento internacional “Girls on The Move Week”, que brinda mentoría a mujeres jóvenes con el fin de fortalecer su empoderamiento en el ámbito profesional.
A nivel internacional, está la diseñadora británica Stella McCartney, que ha apostado por desarrollar prendas ecológicas de lujo a base de elementos reciclados y telas orgánicas, y ha rechazado utilizar materiales derivados del maltrato animal. Destaca el proceso eco-friendly de creación de sus diseños de mezclilla, pues implementa técnicas que hacen uso eficiente del agua y evita químicos dañinos; asimismo para la fabricación de sus bolsos dejó de utilizar cuero para crear una piel nueva a partir de recursos renovables, más del 50% del material es de aceite vegetal y plantas.
Otro ejemplo es Zaha Hadid, la primera mujer galardonada con el Premio Pritzker (2004), por “sus significativas contribuciones a la humanidad a través del arte de la arquitectura”. Para realizar sus diseños tomaba como referencia elementos del agua y el viento y sus creaciones eran elaboradas con fibra de vidrio o plástico inyectado, que permite crear formas inimaginables que en ocasiones desafían a la gravedad. En sus últimos años se dedicó a conocer más sobre la arquitectura sustentable para así aplicarlo en proyectos futuros. Falleció en marzo de 2016, sin embargo, dejó un gran legado.
Por otro lado Gisele Bündchen, una de las modelos más aclamadas, es Embajadora de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y considerada por la ONU como la celebridad más “verde” del mundo. En 2003 empezó a colaborar activamente con causas de protección de la naturaleza, esto a partir de un viaje que hizo a la zona del Amazonas en el que se percató del daño ecológico en la región. Luego, en 2008, creó el Proyecto Agua Limpia en Brasil con el propósito de proteger la vegetación de la zona y mantener la pureza del agua.
Jane Goodall, antropóloga, etóloga y primatóloga inglesa, es considerada como la mayor experta en chimpancés, puesto que vivió más de 55 años en Tanzania interactuando con ellos y luchando por sus derechos. Es una defensora de la conservación forestal. A lo largo de su vida ha recibido 50 títulos honoríficos, y se convirtió en Mensajera de la Paz de la ONU en 2002 y Dama del Imperio Británico en 2004. A sus 83 años sigue siendo activista y promueve campañas para crear conciencia sobre la importancia del cuidado de los animales y el ecosistema.
La keniana Wangari Muta Maathai es una bióloga, veterinaria, ecologista, activista ambiental y política que se ha dedicado prácticamente toda su vida a luchar por revertir los efectos climáticos que provocan la desertización de muchas zonas en África. En 1977 creó Green Belt Movement, una fundación que empodera a las comunidades de Kenia, a través de la cual ha plantado 51 millones de árboles. En 2004 recibió el premio Nobel de la Paz por su defensa de los derechos de las mujeres y su incansable lucha por la reforestación.
En el mundo existen alrededor de 3 mil 650 millones de mujeres, el rol de cada una de ellas dentro de los diversos sectores son muy importantes y si cada una decide poner un granito de arena para el cuidado del medio ambiente, es seguro que el impacto de sus acciones repercutiría con mayor fuerza ayudando a disminuir el daño al planeta. Así como ellas, conviértete en agente de cambio.