“El propósito de la vida humana es servir y mostrar compasión, y el deseo de ayudar a los demás”. – Albert Schweitzer
El 19 de septiembre un sismo impactó a México, cambiando miles de vidas para siempre. Al reflexionar sobre lo sucedido, algo inevitablemente resalta: la asombrosa resiliencia del espíritu humano.
Lo veo en la dedicación de mi equipo para ayudar a otros; en las caras de aquellos que perdieron todo, pero pasaron la noche como voluntarios sirviendo comida caliente, y en la esperanza que nos dieron los cientos de rescatistas que arriesgaron sus vidas salvando a otros.
Es sorprendente observar cómo la gente se une desinteresadamente en tiempos de necesidad. Gobiernos, compañías, organizaciones y miles de voluntarios se sumaron a los esfuerzos de auxilio y rescate en cuestión de minutos.
Con gran admiración y orgullo escuché historias de empleados de AT&T, que pasaron días en zonas afectadas, proporcionando apoyo, atención médica e inclusive un hombro para llorar.
Ese fue el caso de Edith, quien es madre de dos hijos y lidera nuestro equipo de redes sociales. Al haber trabajado antes en un hospital, Edith está certificada como profesional de primeros auxilios. Cuando recibió una llamada de un grupo de médicos que necesitaban ayuda para coordinar a un equipo de atención médica para niños, ella no lo pensó dos veces y pasó dos noches como voluntaria en uno de los sitios afectados. Su espíritu y generosidad son un ejemplo de lo que hemos visto en todo el país.
En medio de todo el dolor e incertidumbre, hemos visto el poder de la comunidad. Las personas están participando activamente no sólo en el rescate, sino también en los planes para reconstruir los sitios afectados. Siempre prevalece la esperanza de la reconstrucción.
En un mundo que se mueve a un ritmo acelerado, son momentos como estos los que nos recuerdan que algunas cosas nunca deben cambiar. La resiliencia, la esperanza y el sentido de comunidad que hemos visto en la última semana, deben permanecer durante todo el proceso de reconstrucción, que aún tiene muchos meses y años por delante.
No importa a qué industria pertenezcas o el tamaño de tu organización, ahora es el momento de liderar con el ejemplo. A medida que continuemos enfrentando los efectos del sismo, las empresas tenemos la responsabilidad de hacer lo correcto. Escucha a tus equipos. Busca oportunidades para promover la solidaridad y la cooperación. Sé parte activa de tu comunidad.
Nuestros pensamientos están con aquellos que están enfrentando los terribles efectos del sismo que cambiaron sus vidas. Juntos, mantendremos ese espíritu mientras construimos el futuro de México.