Por Pierre Rodríguez, vicepresidente de Polycom para Latinoamérica y El Caribe
Actualmente los procesos empresariales se ven fuertemente atravesadas por la tecnología, y ya no pueden ser pensados sin ella. Y es que la tendencia de incluir al sector TI en la toma de las decisiones importantes se acrecienta cada vez más. Es de suma importancia que los empresarios comprendan realmente cómo este proceso puede impactar a su compañía y cómo la colaboración los puede ayudar no solo en términos de eficiencia, sino de transformación y valor empresarial.
América Latina ha experimentado una gran volatilidad en los últimos dos años y medio, tanto a nivel político como económico. En muchas ocasiones, esta circunstancia restringe el presupuesto de los países y, más aún, de los que dependen mayormente de la comercialización de sus materias primas. Desde el punto de vista político, la inestabilidad y los tiempos de crisis también se han hecho presentes. En resumen, comparando con períodos anteriores de mayor estabilidad en América Latina, el escenario no ha sido especialmente favorable en términos de negocios.
Ahora bien, este panorama no es necesariamente inapropiado para nuestra tecnología. Las crisis no siempre son negativas y en ellas, muchas veces, se pueden hallar oportunidades, especialmente en un segmento que las empresas suelen recortar primero de sus presupuestos: los viajes. En este punto es donde la tecnología y la colaboración de video es considerada como una potencial solución.
Pero no es ese el único motivo para exprimir la utilización de los recursos tecnológicos de forma estratégica. Una de las consecuencias que trajo aparejada la globalización ha sido el hecho de que las empresas compiten con compañías de todo el mundo, obligándolas a buscar soluciones ampliamente más eficientes para una comunicación global.
En este sentido, las empresas miran la tecnología de manera diferente – como un factor para asegurar la competitividad, reconociendo el valor estratégico de la misma. Haber ampliado el uso del video, ya no sólo como una aplicación para reducir los costos de viaje, sino al punto de que los empresarios entienden esto como un cambio de valor en sus organizaciones, es a lo que nos referimos cuando alentamos a las empresas a evaluar su «flujo de trabajo».
La globalización obliga a las empresas a buscar en la tecnología una solución de innovación, un diferencial. En esta línea, la videoconferencia está en el centro de la agenda de la transformación digital, modificando procesos para que las compañías sean sustentables en el largo plazo.