El 2017 anuncia la reinvención de Häagen-Dazs, quien una vez más busca redefinir las reglas del helado para atraer al consumidor millennial que está marcando nuevas tendencias. Un consumidor que ya no es atraído por el materialismo opulento, sino que busca experiencias en las que pueda participar y que pueda compartir en línea, ya que la definición de lo que es “extraordinario” y “sorpresivo” dentro de la cultura ha cambiado drásticamente desde los años 90. Ellos están cambiando el materialismo por experiencias reales y auténticas.
Jennifer Jorgensen, directora global de marca de Häagen-Dazs explica, “El mundo del lujo está cambiando. Ya no es tanto sobre consumo conspicuo, sino más bien sobre lo artesanal, lo auténtico, la integridad de los ingredientes y la historia detrás de la marca”.
Para reflejar esta nueva visión de marca, Häagen-Dazs ha refrescado sus diseños; creando una colección audaz de patrones coloridos, mundanos y divertidos para su gama completa de sabores que revelan la maravillosa experiencia que hay detrás de cada sabor.
Trece artistas de clase mundial (una mezcla ecléctica de pintores, ilustradores, diseñadores textiles y artistas clásicos) fueron elegidos por su estilo distintivo y asignados a trabajar en capturar gráficamente la esencia de cada sabor. Tanto nubes de palabras evocativas como collages de imágenes, creados por Häagen-Dazs, fueron los estímulos e inspiración utilizados por los artistas para lograr patrones modernos y llamativos que reflejaran la textura, el color y la sensación de los ingredientes clave; cada patrón es único.
Para inaugurar la reinvención de la marca en México, se llevó a cabo un extraordinario evento experiencial y multisensorial con un viaje a través de los sabores de Häagen-Dazs en Galería Central. Tomando como base la percepción de los estímulos externos y el viaje a través de los diversos sentimientos y texturas de cinco sabores de helado, Vainilla, Fresas con Crema, Chocolate Belga, Dulce de Leche y Macadamia Nut Brittle, se creó un menú de la mano del artista culinario y reconocido chef, Daniel Ovadía. Este menú llevó a los asistentes a través de diferentes experiencias de sabor inigualables, recorriendo desde los trazos delgados y el color del sabor vainilla, hasta lo quebradizo y acaramelado del sabor Macadamia Nut Brittle. Para complementar esta experiencia, los nuevos patrones, objetos de deseo en sí mismos, cobraron vida representando las sensaciones y ethos detrás en un extraordinario despliegue de danza y movimiento que culminaron transformando ese momento y un día cotidiano, en una experiencia extraordinaria.
Los nuevos diseños de empaque son objetos de deseo por sí mismos. Bellos individualmente, pero juntos, forman una alineación de obras de arte modernas y extraordinarias que se ven maravillosas en tienda o que podrían ser fácilmente algo que los jóvenes millennials querrían twittear o publicar en Instagram.
Häagen-Dazs no solo fue el creador del segmento de lujo dentro de la categoría de helados en los noventa, sino que fue considerado un ícono de la cultura global de ese momento – incluso fue nombrado el helado oficial de Woodstock’94. Su provocativa y valiente campaña de marketing, aunada a una meticulosa obsesión por ingredientes de la más alta calidad, hizo que Häagen-Dazs alcanzara fama y notoriedad entre los más sofisticados miembros cosmopolitas de la “Generación X“. Häagen-Dazs se volvió en sí una celebridad y un símbolo del lujo y de indulgencia moderna.