Longines perpetúa su tradición de cronometrador de los deportes ecuestres

El compromiso de Longines por los deportes ecuestres se remonta a 1878, año en que la marca fabricó una de sus piezas más emblemáticas: un cronógrafo grabado con un jinete

Longines, cronometrador de hazañas deportivas desde el final del siglo XIX, presenta una nueva línea de cronógrafos especialmente longines-hydroconquestdesarrollada para los deportes que requieren una precisión extrema. La línea Conquest 1/100th (Conquest Centième) responde a las necesidades de los atletas, profesionales y aficionados al deporte mediante, entre otros, la función de medida de tiempos intermedios múltiples, así como una visualización analógica intuitiva hasta una centésima de segundo, por medio de una aguja independiente. Todo ello gracias a un movimiento de cuarzo de última generación, desarrollado en exclusiva por ETA para Longines.

El compromiso de Longines por los deportes ecuestres se remonta a 1878, año en que la marca fabricó una de sus piezas más emblemáticas: un cronógrafo grabado con un jinete y su montura, que permitió medir hazañas con la precisión de un segundo. Este modelo ya se veía en los hipódromos a partir del año 1881, y la mayoría de los jueces de eventos deportivos de Nueva York ya lo usaban en 1886. Posteriormente, la importancia otorgada por Longines a las competiciones hípicas creció, mientras la marca expandía constantemente las fronteras de la precisión. En la actualidad, Longines perpetúa su destacada tradición de cronometrador deportivo presentando el Conquest 1/100th Horse Racing, nueva versión, con esfera plateada, del Conquest 1/100th.

Al igual que el modelo original de 1878, este cronógrafo va dirigido al conjunto de los actores del universo de las carreras planas, desde los entrenadores que quieren valorar la condición física de sus caballos hasta los jinetes que buscan mejorar su rendimiento, pasando por los Conquest_Chrono_Racing_equestre_L3_700_4_76_6_ambipropietarios de caballos, compradores de futuros campeones y espectadores apasionados congregados alrededor del hipódromo. En una palabra, a todos aquellos que se aferran a esta noción universal y a la vez tan relativa: el tiempo, que es lo que permite determinar al vencedor, inmortalizar la hazaña, y construir las más míticas leyendas alrededor de los caballos de excepción.

En palabras de Christiane «Criquette» Head-Maarek, amiga de la marca Longines y considerada como una de los mejores entrenadores de caballos de carreras, gracias, en particular, a sus dos tripladas victorias en el Prix de Diane Longines y en el Qatar Prix de l’Arc de Triomphe: “Los purasangres son atletas de vanguardia; su entrenamiento requiere una precisión extrema. Sus hazañas deben medirse con una precisión de una centésima de segundo, en cada sección del recorrido. Un purasangre puede alcanzar una velocidad de 50 km/h en una distancia de más de un kilometro, con aceleraciones de hasta 70 km/h. A esta velocidad, una centésima de segundo representa una distancia de 20 cm. ¡Suficiente para ganar por un cuello!”.

Las exigencias de Longines para lograr un altísimo nivel de precisión han conducido al desarrollo del nuevo y exclusivo movimiento de cuarzo L440, que contiene un microcontrolador con memoria flash integrada, permitiendo puestas a cero instantáneas, así como la medida de tiempos intermedios. Con un diámetro de 41 mm, este modelo de acero, equipado con este movimiento, exhibe una esfera plateada que indica horas y minutos y ostenta un pequeño segundero a las 6 horas, la fecha y las funciones de cronógrafo: segundero central, contador de 30 minutos a las 2 horas y un contador de 12 horas a las 10 horas. La aguja de color rojo, que indica el tiempo en centésimas de segundo, destaca en el centro. Este modelo viene presentado con una pulsera de acero con cierre mariposa.

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