Tradicionalmente siempre han sido negros, pero lo icónicos taxis de Londres están a punto de volverse verdes.
El alcalde Boris Johnson ha anunciado que para el 2018 todos los nuevos taxis negros en la ciudad tendrán que ser capaces de transitar en cero emisiones, o de lo contrario se les negará la licencia.
La idea es que los taxis operen de manera automática bajo el modo de cero emisiones en las áreas donde el aire de la capital esté más contaminado; por ejemplo, en el centro de Londres.
Para cumplir con éste requisito, los taxis tendrán que ser funcionar con un motor eléctrico, o mínimo tener un sistema híbrido que permita una operación prolongada de la batería.
Nissan, por supuesto, tiene una ventaja competitiva para esta estrategia. Una versión para taxi de la nueva van monovolumen 100% eléctrica e-NV200 está actualmente en desarrollo en Barcelona, transitará silenciosamente por las calles de Londres mucho antes del 2018.
“El taxi de Londres es icónico en muchas maneras – tanto en términos de su aspecto llamativo, como en la manera en que es conducidos por nuestros astutos y expertos choferes, quienes conocen la capital como la palma de su mano,” declaró Johnson.
“El talón de Aquiles del actual taxi de Londres, particularmente de modelos anteriores, es la contaminación generada por los motores de combustión. Como parte de mi misión de mejorar nuestra calidad de aire y de impulsar la innovación, hago un firme llamado a los habitantes de Londres para que a partir del 2018 todos los taxis que soliciten su licencia deban de tener la capacidad de cero emisiones,” añadió.
Esta política es parte del plan del alcalde de introducir una zona de Zero Emisiones en el centro de Londres para el 2020.
Para estimular la adopción temprana de taxis más limpios, la institución de gobierno Transporte para Londres (TfL, por sus siglas en inglés), la cual supervisa los sistemas de transporte de la capital, está en pláticas con Green Investment Bank para desarrollar paquetes de financiamiento que ayuden a los taxistas a realizar la transición antes de la fecha límite en el 2018.