Las aplicaciones móviles, las populares apps, deben cumplir innumerables requisitos para trabajar sin problemas sobre cualquier plataforma móvil actual y futura. Deben asegurar su compatibilidad funcional en diferentes sistemas operativos, sobre distintos navegadores, redes y anchos de banda y en variados formatos de pantalla, táctil o no. Incluso deben cumplir los requisitos de los dispositivos todavía en desarrollo, “lo que hace que el proceso de prueba pueda ser desalentador”, según Ricardo Montes, Director de Maketing de Micro Focus para Iberia y LATAM, que incluye en su catálogo de productos la familia Borland de soluciones de testing y control de calidad de aplicaciones.
Los sistemas de prueba deben soportar frecuentes cambios y ser capaces de mantener el ritmo acelerado provocado por la rápida evolución. Además, los scripts de test móviles también deben ser modificados fácilmente y desplegar entre plataformas, para evitar tener que repetir el trabajo ya realizado, lo que podría provocar retrasos y aumentar los costos.
Para simplificar el proceso, Borland ha identificado 7 pasos a seguir que ayudarán a los desarrolladores a lanzar sus apps al mercado con éxito.
- Probar las aplicaciones móviles de una manera que refleje el comportamiento del usuario.
- Utilizar los lenguajes estándar de la industria que garantizan una mayor estabilidad. Java o C# se integrarán con cualquier sistema de administración continua.
- Las herramientas de testing deben soportar múltiples iteraciones con las principales plataformas de desarrollo móvil.
- Utilizar tráfico real con las aplicaciones nativas que imitan dispositivos reales y aumenta la precisión de las pruebas de rendimiento.
- Las pruebas deben contemplar escenarios de uso intensivo de las aplicaciones con miles de usuarios simultáneos.
- Usar emuladores y simuladores reduce el trabajo de campo. Además, la prueba debe simular el mundo real, cubriendo y replicando las velocidades de ancho de banda móviles reales, como GPRS, EDGE, UMTS, HSDPA, HSPA + y LTE.
- Identificar el subconjunto de pruebas correcto. No es realista esperar que será capaz de probar su aplicación en todos los dispositivos conocidos y sistema operativo móvil. Lo mejor es identificar los actores clave y volver a calibrar si es necesario.
“Los usuarios –indica Montes–, reclaman una experiencia gratificante desde el primer momento, dispositivos con los que trabajar, trabajar bien y con agilidad. Las aplicaciones deban cargar rápidamente, sin tiempos de espera. Según algunos estudios una demora de 7 segundos puede costar más de $8 millones de euros, de manera que un retraso en el rendimiento puede afectar gravemente al éxito comercial”.