Según datos del Observatorio Shopper Experience (OSE) de in-Store Media México, firma especializada en shopper marketing, los consumidores mexicanos gastan en promedio 2 mil 708 pesos al mes en el supermercado físico, 60 por ciento más que en el canal online. El peso de las compras online es aún menor debido a dos barreras principales: ver los productos en detalle (65 por ciento) y escogerlos (61 por ciento).
En promedio, mil 803 pesos del presupuesto mensual se ocupa en compras grandes, las compras semanales por reposición absorben 594 pesos y a las pequeñas, que incluyen productos urgentes o de consumo inmediato, se les asignan 401 pesos.
“Las compras semanales de reposición o chicas son importantes, pues el consumidor sigue visitando el punto de venta y deja una inversión significativa que al mes puede sumar más de dos mil pesos”, comentó Felipe Gómez, director de mercadotecnia de in-Store Media México.
Las categorías que más atraen a los consumidores al supermercado físico son alimentación y bebidas no alcohólicas (96 por ciento), higiene y belleza (93 por ciento) y limpieza del hogar (76 por ciento).
En cuanto a alimentación, los pasillos más visitados son abarrotes (88 por ciento), lácteos (64 por ciento), cereales (47 por ciento), galletas y pan dulce (34 por ciento) y bebidas sin alcohol (27 por ciento). Mientras que en higiene, los consumidores acuden más a la zona de productos personales (80 por ciento), papel higiénico (77 por ciento) y limpieza bucal (71 por ciento).
Las categorías menos buscadas en el supermercado físico son medicamentos (9 por ciento), electrónicos (13 por ciento) y recargas telefónicas (14 por ciento).
Jacobo Vila, director general de in-store Media México, comentó: “Este capítulo de información nos ayuda a comprender cómo facilitar y mejorar la experiencia de compra a través de estrategias de cross-category marketing, es decir, exhibiendo productos complementarios en pasillos de alto tráfico como alimentación o higiene y belleza. Por ejemplo, para lanzamientos de categorías como bebidas no alcohólicas, se puede pensar en publicitarlas en zonas como frescos o alimentación que permita generar awareness en consumidores que durante su compra no tenían planeado visitar el pasillo de bebidas”