Luego de cuatro años de larga espera, la Copa del Mundo Brasil 2014 se ha puesto en marcha sorprendiendo al planeta entero, no sólo por la calidad vista sobre los terrenos de juego, sino también por la grata experiencia que el país carioca ha brindado a todos los turistas que decidieron viajar a la máxima fiesta del futbol.
Desde que en 2007 se diera a conocer que Brasil sería la sede oficial de la XX edición de la Copa del Mundo, el comité organizador puso en marcha un plan estratégico con el firme objetivo de poder brindar la más cálida bienvenida a todos los asistentes a la justa mundialista y así convertirse en el mejor anfitrión de la Copa Mundial.
Tras casi medio torneo disputado, las experiencias vividas por los turistas en el Mundial han superado todas las expectativas y han hecho que el torneo se convierta en una verdadera fiesta llena de colores y sabores, permitiendo a los turistas conocer y disfrutar de cerca la cultura y tradiciones del pueblo brasileño.
En cuanto al turismo mexicano, más de 34 mil visitantes han adquirido boletos para todo el Mundial, en tanto que 20 mil acudieron a Fortaleza y que 3,5 mil llegaron por navío en Recife. Cabe destacar que el número de mexicanos en Brasil podría ser mayor ya que muchos han llegado a Brasil por vías alternas o sin boletos comprados. El objetivo es acompañar a la selección mexicana en la aventura mundialista, llenando las tribunas y las calles de Brasil con el colorido y folklore mexicano.
De acuerdo al ministro de turismo de Brasil, Vinícius Lages, la evaluación del torneo hasta ahora ha sido muy positiva y ha cumplido con las cifras esperadas. Se ha confirmado que la expectativa del gobierno es que al menos 600 mil extranjeros visiten el país durante la competición, y que 3.1 millones de brasileños se trasladen hacia las 12 ciudades sede con una derrama estimada en 3 mil millones de dólares.
«El gran legado de la Copa Mundial para el turismo es la visibilidad del país. Después de la Copa del Mundo podremos ampliar en un 10% el número de visitantes extranjeros como resultado de la sobreexposición», afirmó Vinicius Lages, quien además agregó que los buenos resultados ya fueron verificados en la Copa Confederaciones en 2013, cuando más del 70% de los turistas extranjeros entrevistados manifestaron su intención de regresar al país este año para la Copa del Mundo.
Por otro lado, Lages consideró que Brasil debe aferrarse a este interés generado por la Copa del Mundo para conseguir un mayor número de visitantes acorde con su potencial turístico, utilizando también los Juegos Olímpicos de Rio de 2016 como trampolín.
De esta forma, Brasil busca mantener el ritmo y cerrar con broche de oro la organización de la Copa del Mundo con una fiesta que corone al nuevo monarca del futbol el próximo 13 de julio en el estadio Maracaná, cuando todo el planeta tenga las miradas puestas sobre el país sudamericano y confirme todo su potencial como anfitrión y sobre todo como un destino turístico de excelencia.