Comienza la realización de un nuevo calendario con nuevos sueños y objetivos. Paralelamente, se precisan balances, análisis, metas logradas y las planeaciones para los próximos 12 meses que se avecinan. Junto a lo anterior, para muchos, es el momento de una autoevaluación, sobre qué se logró y lo que no se pudo concretar.
Analizar los aciertos y fracasos del 2013 de manera crítica, permite observar la realidad de manera objetiva, logrando un balance que de todas maneras será útil para planear un futuro fructífero.
Al comenzar el 2014, muchos reflexionarán sobre los cambios que esperan tanto en materia económica, aspectos laborales, oportunidades de desarrollo, entre otros.
Para algunos sin duda, uno de los principales anhelos será encontrar un empleo, o simplemente cambiar el actual. En una encuesta realizada en octubre del 2013 por Trabajando.com a más de 2.000 mexicanos, el 78% señaló no sentirse feliz con su trabajo. Para todos ellos, quizás este es el momento de evaluar su situación y buscar nuevas oportunidades que permitan aumentar la satisfacción personal y laboral.
Pero, ¿qué se debe tener en cuenta antes de decidir buscar o cambiar de trabajo? Te damos algunas pautas para replantearse si realmente un nuevo año debe ser sinónimo de un trabajo nuevo.
Cambiar de empleo
Si ya crees que ha llegado el momento de cambiar de aire, de desafíos, lo primero que debes tener en cuenta es la razón de esta decisión, si bien es cierto, muchas veces esto puede resultar beneficioso, porque podrían mejorar las condiciones, es necesario saber que existen otros factores que deben analizarse antes de decir sí a un nuevo empleo. Por ejemplo, aspectos como ambiente laboral, horarios, bonos, beneficios de salud, posibilidad de desarrollo profesional, entre otros.
Muchas veces las razones que impulsan a tomar esta decisión son conflictos personales, ya sea con la jefatura o con los compañeros de trabajo, es importante primero analizar si esto se da por algún problema personal por el cual se está atravesando, que no tiene nada que ver con nuestra desilusión en el empleo o incluso por algún caso puntual que podría arreglarse conversándolo con la persona indicada.
Además, se debe considerar la situación compleja que atraviesa el país en términos económicos y lo difícil que es encontrar un nuevo empleo, arriesgando dejar un puesto estable sin tener nada como segunda opción segura. La experiencia indica que es más fácil encontrar trabajo cuando ya estás en uno, que cuando estás desempleado, porque sigues adquiriendo experiencia y actualizando tu currículum vitae.
Por otra parte, sí hay aspectos que pueden respaldar una decisión de cambiar de empleo, por ejemplo, la incapacidad de desarrollarse profesionalmente, el que no se respeten ciertos acuerdos de contrato como honorarios, horarios, comisiones, etc. entre otros factores.
Además, en ocasiones, la tarea que llevamos a cabo ya no causa ningún interés y se aleja mucho de lo que se estudió o de lo que elegiste para desempeñarte. En estos casos es mejor evaluar los pros y contras de cambiar de trabajo, pues como se ha mencionado, siempre se debe tener en cuenta que lo nuevo trae consigo un riesgo.
“Empezar el nuevo año con un nuevo trabajo puede traer consigo grandes oportunidades de desarrollo, mejor remuneración y otros beneficios que permitan llevar adelante sueños como la independencia, estudiar un postgrado o bien hacer el viaje que siempre quisiste”, señala Margarita Chico, Directora Corporativa de Comunicación de Trabajando.com México.
Chico agrega que “cambiar de empleo es una decisión muy importante para las personas, por eso el consejo es sentarse a pensar qué es lo que quieres lograr este año, cuáles son tus prioridades y cuál es el mejor camino para hacerlo. Esto te permitirá tener mucho más clara tu situación actual, tus metas y qué tipo de trabajo debes buscar”.