Podría parecer que nunca nos faltan razones para estar estresados, pero el primer mes del año puede ser particularmente pesado por varias razones: nos reintegramos a la rutina después de las vacaciones, tenemos propósitos de año nuevo que queremos cumplir y por fin comenzamos a ir al gimnasio o a tomar aquellas clases de italiano que siempre quisimos, etcétera. Estas actividades, aunque positivas y necesarias para alcanzar nuestros objetivos, también pueden drenarnos energía e incrementar nuestra cuota de ansiedad.
De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología, los pensamientos y emociones pueden impactar directamente en la apariencia de nuestra piel, pues existe un vínculo con la mente en diferentes niveles. Por ejemplo, muchas terminaciones nerviosas conectan con la piel, de modo que cuando una decisión que tomamos nos estresa, y dicha preocupación se expresa a nivel neurológico, nuestro órgano más grande lo reflejará casi inmediatamente.
Otra manera en la que el estrés perjudica la piel es que la vuelve más sensible a los irritantes, alérgenos, bacterias y contaminantes, además de que es posible que la deshidrate y que empeore condiciones preexistentes, como rosácea y acné –cuando estamos muy tensos, nuestro cuerpo libera hormonas como cortisol, que puede incrementar la producción de grasa de la piel, haciéndola más proclive a padecer de barros–.
¿Qué puedes hacer para que tu estilo de vida no deteriore la salud de tu piel? Vasenol® te invita a seguir estos consejos:
– Aliméntate bien y sanamente sin importar qué tan larga sea tu lista de pendientes. Comidas completas y snacks ricos en proteína durante el día te mantendrán rindiendo al máximo y brindarán a tu piel los nutrientes necesarios para mantenerse en buen estado. Si tienes la costumbre de acompañar tus comidas con alcohol, siempre compensa tomando el doble de agua, es decir, por cada copa de vino, bebe dos vasos de agua. Así no te deshidratarás.
– Desintoxícate y consiéntete. Si no puedes ir a un spa, prepara una sesión en casa que incluya todos los cuidados que más disfrutes, desde una mascarilla profunda que deje la piel de tu rostro suave y luminosa, hasta un relajante baño con tus sales favoritas seguido de la aplicación de una crema rica y humectante que ayude a tu piel a restaurarse, como Vasenol Cuidado Intensivo® Recuperación Avanzada Fragancia Ligera, cuyo suave aroma complementará tu experiencia de relajación.
– El ejercicio es una excelente manera de liberar estrés, y no es necesario dedicarle tanto tiempo; con veinte o treinta minutos diarios es suficiente, de modo que es un propósito más sencillo de lo que parece. Si ya convertiste alguna actividad, como practicar o correr, en una costumbre ¡no la abandones! Pero si te saltas una clase o entrenamiento, no pasa nada, está bien tomarse un descanso, simplemente retómalo al día siguiente.
– Aprende a respirar correctamente. La respiración es clave para apaciguar tu mente, sólo necesitas concentrarte en ella y soltar todo lo demás. Cuando te sientas abrumada por tus compromisos, planes, y pendientes del trabajo, toma 5 o 10 minutos para aislarte y recobrar la calma.
– No te preocupes por hacer que todo salga “perfecto”. Eso no significa que descuides los detalles o que no pongas cuidado en tus responsabilidades, simplemente significa que las cosas están bajo nuestro control hasta cierto punto, y después no.
Un año nuevo es una excelente oportunidad para comenzar (o recomenzar) con el pie derecho, ¡aprovéchala!