Traida a tierra azteca por los conquistadores, el esplendor de la Filigrana en oro o plata adquirió en Oaxaca características propias y una belleza sublime; despertando la admiración del mundo.
Oro de Monte Albán se ubica a la vanguardia en diseño de joyería, ofreciendo a sus clientes innovación y diversas ediciones, entre las que predomina el trabajo artesanal y la suntuosidad de la Filigrana.
- CON LA BELLEZA DE “UN JARDIN”.
Destacando por su calidad, los diseños de Filigrana creados por los orfebres oaxaqueños de Oro de Monte Albán, ayudados únicamente con utensilios manuales, plasman carácter, habilidad y sensibilidad. Los hilos que dan forma a magistrales aretes, evocan el esplendor de un excelso encaje fino.
Aretes “Del Jardín” es el nombre de un memorable diseño de aretes, utilizados por las mujeres oaxaqueñas trabajadoras de la década de los años 50s y 60s. Hoy, la mujer contemporánea abraza su leyenda y los luce con orgullo con un traje típico o con un vestido de noche. La pieza es ideal para lucir con los colores verde, blanco y rojo, de la nación que la recibió desde tiempos ancestrales.
- PARA UNA MUJER ÚNICA: ARRACADAS ISTMEÑAS
Sin importar la edad, los aretes son una herramienta de moda para la mujer que busca acentuar su imagen y proyectar elegancia y sencillez. A través de las clásicas arracadas istmeñas, los orfebres de Oro de Monte Albán rinden tributo a la mujer guerrera, fascinante y valiente de la región del Istmo de Tehuantepec. La detallada pieza elaborada en oro o plata, luce el brillo y belleza magistral de las perlas.
Oro de Monte Albán cuenta con la certificación del Grupo de Calidad concedido por la Cámara de Joyería de Jalisco, permitiendo que el consumidor de diferentes partes del mundo conozca la historia y sensibilidad de México a través de la insuperable calidad de la mano de obra oaxaqueña.
Oro de Monte Albán tiene puntos de venta en Oaxaca y en la zona arqueológica de Monte Albán. Asimismo, San Miguel de Allende; Guanajuato y la Ciudad de México (The Shops DownTown).