El “Día de Muertos” es una de las manifestaciones culturales más antiguas, simbólicas y coloridas de México. La apreciación que tienen los pueblos de Oaxaca sobre la muerte y las costumbres que giran en torno a ella es uno de los matices que componen su personalidad emblemática.
Pocos días antes de que termine el mes de Octubre, las ocho regiones de Oaxaca se visten de folclore y añoranza para recordar a sus difuntos con tradiciones y altares. El olor a copal y flores inunda las calles mientras acompaña las ofrendas de pan, mezcal y chocolate. Lazos rituales unen a vivos y difuntos. A los muertos no se les olvida, se les ¨trae de vuelta¨.
UN TRIBUTO A SU ESTADO
La belleza de los altares oaxaqueños, los elementos místicos y naturales de esta festividad, pero sobre todo los sentimientos de esperanza que se viven en el estado nutren de inspiración a Ileana Rojas, diseñadora master de Oro de Monte Albán, para imaginar las piezas “Catrinas”.
Creadas en colaboración con maestros y maestras artesanas de Oaxaca, evocan un recuerdo de respeto para quienes que ya no están físicamente, pero que viven en la memoria de sus familiares y sus comunidades. Confeccionadas en plata y madera copal tallada y pintada a mano, cada ‘Catrina’ refleja la tradición, el color y la esperanza del pueblo oaxaqueño.
Las piezas de Ileana Rojas pueden encontrarse en las boutiques de Oro de Monte Albán en Oaxaca, San Miguel de Allende; Guanajuato y la Ciudad de México (The Shops Down Town).