En los últimos años hemos sido testigos del incremento del uso de la palabra “coaching”. Tenemos Coaches de vida, ontológicos, negocio, alimentación, etc. Sin embargo en muchas ocasiones se ignora la importancia de tener un coach bien preparado, qué significa tenerlo, para qué y sobre todo, cuáles son las características necesarias para ser Coach.
Quizás el Coach más conocido es el de deportes. En el Futbol americano el Coach es la Ley. Es quién decide hacia donde llevar el equipo, la estrategia, al staff de apoyo etc. Es un experto en la materia y, sobre todo, tiene la habilidad para inspirar y guiar a las personas a crecer y lograr los objetivos que se proponen. Tanto en la cancha como en su vida.
Últimamente han salido coaches por todos lados, debido a la gran demanda empresarial y personal por tener alguien quien los guíe, por lo que la oferta ha sufrido enormemente. Al subir la oferta se ha perdido una parte del control. La mercadotecnia manda, el que mejor se anuncia no necesariamente es el mejor. El mismo fenómeno pasó en Estados Unidos con los abogados en los ochenta. Todos necesitaban un abogado.
El impacto y beneficios que los programas de coaching pueden ser muy satisfactorios, así lo comprobó ICF Global Coaching Client Study un estudio global conducido por la compañía de consultoría PwC. Entre los resultados se encuentra la mejora en el rendimiento laboral de hasta un 80%, la gestión del tiempo en un 51%, las habilidades comunicacionales en un 72% y el relacionamiento interpersonal en 73% de los equipos de trabajo, y además, aumenta su nivel de confianza.
¿Cómo diferenciar a un buen Coach?, ¿Cómo saber si la organización que lo certificó es profesional y completa? Existen muchas personas que se hacen llamar “coaches” sin ellos mismos tener un proceso de crecimiento propio, sin habilidades de comunicación y sin haber aplicado lo que mencionan a sus propias vidas.
Luis F. González Aspuru, Team Leader de ASGAR, afirma que “el Coaching no es un mito, es real y funciona. Solamente se necesitan 3 factores principales para ello”:
- Confiar plenamente en el Coach. Es decir, que el coachee admire y tenga absoluta certeza de que su coach es alguien quien lo puede guiar en el camino.
- Comprender lo aprendido y aplicarlo. En ocasiones sabemos ya lo que debemos hacer, pero simplemente no lo hacemos por muchas razones. La mayoría de ellas no válidas.
- Buscar un coach competente, comprometido y con una pasión de vida por ayudar a las personas. Asegúrate que sus credenciales son las correctas. Que su imagen personal es congruente y su interés sea tu desarrollo.
Existen grandes organizaciones certificadoras. Si aceptas influencia por parte de alguien en tu vida y en tu empresa, es importante asegurarse que es la persona correcta y que está preparada.