Hablar, entender, escribir y comunicarse en inglés, puede representar todo un reto para niños y adultos. De acuerdo a un estudio realizado por el British Council, sólo 40% de los mexicanos cuenta con nivel básico en expresión oral del idioma, mientras que 44% presenta un rango intermedio en lectura.
Aunque se sabe que no hay edad para comenzar o reforzar el aprendizaje de una segunda lengua, Keri Craig, Directora de Teaching Centre del British Council, comparte algunos de los factores que deben considerarse al exponer a un menor al inglés.
- Encontrar su propio ritmo. Entre los dos y seis años de edad, los niños se encuentran en una etapa de descubrimiento de sí mismos y del mundo que los rodea. Este desarrollo ocurre en los ámbitos cognitivo, social, cultural, físico, emocional y espiritual. “El acercamiento al área educativa no puede caminar por separado al resto de las actividades de un menor de edad. Aunque en México la cultura tiende a incentivar, desde esta edad, la memorización y hasta un moderado manejo de vocabulario básico, hay que resaltar que el uso de historias y juegos, permite a los menores conocer y aprender, en su idioma y en otros, no sólo conceptos, sino valores tan significativos como por ejemplo: la amistad. Así se produce un aprendizaje y como consecuencia, un desarrollo holístico”, explica Keri Craig.
- Periodo de silencio: Durante la etapa de los dos a los seis años, los niños presentan espacios donde no pronuncian ni una sola palabra aun cuando están expuestos a varios estímulos. No obstante están escuchando y entendiendo, a su forma y a su ritmo, aquellos vocablos, juegos, canciones y actividades en las que están inmersos. Así, cuando están listos y preparados se animan a soltar palabras y hasta frases.
- Evaluaciones: El desarrollo de cada niño es distinto y único. Por tanto, no es recomendable ni justo establecer un parámetro que mida un “avance” de un menor de dos a seis años, ya que este se está produciendo en varios ámbitos de forma simultánea.
- Interacción: Muchos padres creen que sólo basta con inscribir a los menores a programas y clases de inglés para aprender y adquirir conceptos, sin embargo, ellos tienen un valor único en ambos procesos. Algunas técnicas y métodos que pueden ejecutarse, serán parte del curso masivo en línea que iniciará el 24 de octubre por el sitio https://www.futurelearn.com/courses/english-in-early-childhood. También pueden ser parte de la experiencia de aprendizaje mediante el juego e interacción con aplicaciones móviles que refuerzan ese conocimiento, como por ejemplo https://www.britishcouncil.org.mx/ingles/shaun-timmy/app
- Equilibrio en actividades: Cada niño es diferente, por lo que los padres deben decidir qué es más favorable y enriquecedor para su hijo. Es decir, si requiere más actividades deportivas, artísticas o académicas, de acuerdo a cuánto disfrute y genere confianza al menor.
Corregir constructivamente
Ya sea en niños o adultos, el aprendizaje se obtiene a través de la experiencia propia y, por tanto, se cometen errores. Para que ello sea percibido como un área de oportunidad de mejora, Keri Craig aconseja, “asistir a programas en donde los profesores aumenten la confianza que el alumno va ganando. Es decir, no interrumpirlo cuando habla y darle a conocer su error de tal forma que sea él mismo quien se dé cuenta que está usando mal un pronombre, conjugando mal un verbo o usando un tiempo inadecuado. Así el aprendizaje construye al individuo en todas sus facetas y ámbitos”.