Stranger Things la serie de ciencia ficción producida por Netflix, a finales del año pasado lanzó su segunda temporada. La historia está ambientada en los años 80’s, en un pequeño pueblo norteamericano llamado Hawkings, la trama involucra a un grupo de niños, un laboratorio clandestino del gobierno y un universo paralelo llamado “El otro lado” que está lleno de “Demogorgones”, entes siniestros con el hábito de comer humanos.
Pero ¿qué tiene que ver la transformación digital de la administración de energía y automatización, con la serie? Al final del episodio 8, “The Mind Flayer”, uno de los momentos clave en la trama, pudo ser muy diferente, únicamente si el edificio estuviese equipado con un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI), hoy en día bastante rutinarios.
En este episodio, algunos de los personajes principales se encuentran atrapados en la sala de seguridad del laboratorio en la que miran los monitores de cámaras de seguridad. Algunas de estas criaturas siniestras habían escapado de “El otro lado” y nuestros héroes miran impotentes cómo corren desenfrenadas por todo el edificio y atacan a varios empleados del laboratorio.
Justo en ese momento, el edificio se queda sin electricidad, lo cual es un grave problema debido a que tiene un sistema que infaliblemente bloquea todas las puertas, en caso de un apagón. La única manera de desbloquearlas es volver a encender la electricidad manipulando el interruptor principal, para luego reiniciar el sistema de computadores que controla las alarmas del edificio, los cierres de las puertas y demás (esa no es la forma de solucionar un apagón, pero así es la historia).
Bob, uno de los personajes que más conmueven en la historia, administraba una tienda electrónica y era el único que conocía el lenguaje BASIC y el único que podía apoyar. Para no hacer más larga la historia, él se dirige al sótano, restaura la electricidad, domina por completo el computador, desbloquea las puertas y permite que todos escapen por la puerta principal… Bueno, casi todos, pues él no logra escapar a tiempo y termina atacado a tan solo unos pasos de su salida.
Recordaremos a Bob con cariño y no podremos evitar recordar su muerte. La verdad es que, si el edificio hubiera tenido un SAI, el final hubiera sido bastante diferente para él.
Final alternativo
El grupo se encuentra en la sala de seguridad cuando se da cuenta de que las luces titilan. Sin embargo, no sale debido a que el edificio cuenta con una serie de sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) que protege importantes cargas, tales como, luces de emergencia, sistemas de control de puertas, cámaras de seguridad y la sala de seguridad.
Tal como en el episodio real, un médico que trabaja en el edificio se ofrece para quedarse en la sala de seguridad. A partir de aquí, él puede ver dónde están las criaturas y guiar a los otros fuera del edificio.El jefe de policía de Hawkins guía al grupo, dispara y mata a algunas criaturas en el camino, hasta que salen con éxito del edificio.
Pero ¿qué pasó con el médico que quedó atrás? Bob, una vez a salvo afuera, encuentra un enchufe exterior; entra en la red de computadores mediante un prototipo de adaptador inalámbrico que recién supo que vendría a ser útil y realiza algunos trucos con BASIC, se conecta a ciertos SAI internos. Tal como Bob, estos SAI están adelantados a su tiempo, con características como la capacidad de seleccionar el apagado solo de ciertos enchufes.
Bob, como los fanáticos de Stranger Things saben, también es un experto a la hora de resolver rompecabezas. Trabaja en cómo quitar la electricidad de determinadas áreas solo durante el tiempo necesario, lo cual cierra ciertas puertas. Entretanto, el jefe guía al médico a través del camino que Bob genera por medio del walkie-talkie. El médico escapa con éxito mientras evita a las criaturas.
Después, Bob llega a ver cómo el hijo de su novia es rescatado de las garras de “El Otro Lado” en el episodio final. Pero, lamentablemente, esto no sucedió, todo por la falta de un sistema confiable de SAI en el edificio.