A partir del momento en que las organizaciones comienzan a colectar, utilizar y reutilizar información de acuerdo a diversos propósitos, dimensionan el poder del análisis para descubrir el sentido de esa información y obtener perspectivas más profundas acerca del negocio. Por medio de la innovación basada en datos, las empresas pueden mantener su posición de liderazgo o reinventarse a sí mismas, destronando a la competencia líder de la industria y emergiendo en el primer puesto.
Las compañías de entretenimiento han experimentado una revolución en los últimos años. Por ejemplo, la industria de renta de DVD no pudo competir con el modelo de negocios disruptivo de oferta de suscripción a shows televisivos y películas. Todo ello por medio de una cuota fija mensual para alquileres de contenidos ilimitados, sin fechas de vencimiento, ni gastos de envío. En este caso, el suscriptor puede acceder, cuando lo desee, vía Internet, a una biblioteca de series de televisión y films desde la comodidad de su hogar.
Las empresas de medios que hoy se destacan han basado sus negocios en los datos captando, de esta forma, millones de suscriptores en todo el mundo. Dichas compañías entienden que las expectativas del mercado y los clientes evolucionan todo el tiempo y por esta razón constantemente lanzan nuevas ofertas diseñadas de acuerdo a los gustos y preferencias de los usuarios.
Es vital, entonces, entender la información que proveen los clientes e identificar lo que los consumidores quieren. Esta capacidad de leer la mente del usuario y poder adelantarse al hecho de si una nueva serie le agradará o no, otorga enormes ventajas competitivas. Las compañías de cable y satélite pueden detectar y aprender patrones de consumo, como: cuántos minutos se visualizó un show o si los clientes vieron un solo episodio o varios de corrido.
Por un lado, hoy asistimos a una proliferación de dispositivos (tabletas, computadoras, televisiones, Smart TV, DVD, Smartphones) y, por el otro, las audiencias tienen una participación activa, creando sus propios contenidos y proporcionando flujos de información a través de los medios sociales, a través de opiniones y comentarios sobre los contenidos. Tales datos, estructurados y no estructurados, impactan en la industria de la TV y posibilitan un diálogo entre los programadores, las redes y distribuidores y entre los artistas y las audiencias.
De esta manera, por medio de la colección y análisis de masivas cantidades de datos provistas por las audiencias, las compañías pueden tener una mejor llegada al público, conocer lo que piensan los clientes, predecir comportamientos, y, en base a ello, tomar decisiones referentes a la producción de determinados shows de TV. La experiencia del big data permite descubrir qué es lo que la audiencia quiere ver en una temporada y cuáles son su actores e historias preferidos.
En la actualidad, cualquier compañía que se proponga aumentar sus ingresos año tras año, debe aplicar análisis a una amplia gama de información integrada. De esta forma, las empresas podrán conectarse con los consumidores e identificar nuevas oportunidades de crecimiento que puedan definir y redefinir industrias. La industria televisiva hoy atraviesa un período de transición, se sirve del big data y así puede acceder a diversas señales que informan sus decisiones de programación, promoción, distribución y rating.