Uno de los productos más controversiales del siglo XXI cumple 25 años desde su diseño y lanzamiento, por la casa de diseño italiana Alessi de la mano del renombrado diseñador Philippe Starck.
Juicy Salif es un exprimidor de cítricos, pero más que su actividad y función principal, su verdadero poder radica en que desde su lanzamiento en 1990, se convirtió en un referente icónico del diseño industrial y funcional para las actividades del día a día.
La historia narra que Alberto Alessi platicaba con Philippe Starck a mediados de los 80’s sobre la posibilidad de ampliar su catálogo con alguna producto innovador y sobre el incremento del consumo de exprimidores y máquinas para extraer jugo a los cítricos. Starck se fue de vacaciones y 10 días después, Alessi recibió una carta del diseñador con una manteleta de papel de una pizzería y sobre ella una serie de esbozos que iban desde calamares hasta el primero boceto de lo que próximamente se convertiría en una de las piezas icónicas de la casa Alessi.
En palabras del diseñador, “este exprimidor no está pensado para exprimir limones, si no para iniciar conversaciones.” El Juicy Salif es considerado un icono y ha sido expuesto en numerosos museos, además de ser parte de la colección permanente del MoMa en Nueva York.
Al cumplirse 10 años de su nacimiento, se lanzó una serie de 10,000 exprimidores numerados a mano y bañados en oro, además de una versión en blanco y negro. Ambas series fueron lanzadas como productos de colección. En esta ocasión, para celebrar los 25 años de ser “el exprimidor más controversial del siglo”, según Alberto Alessi, se han creado dos ediciones especiales, uno de aluminio fundido revestido de cerámica blanca opaca y otro de bronce, del cual sólo se fabricaron 299 piezas.