El mercado de automóviles y camiones de carga ha crecido de forma considerable. Se calcula que en México circulan más de 24.8 millones de unidades; los resultados en nuestros país a inicios del 2015 en la producción de autos fue un cifra nunca antes vista, las armadoras produjeron 266,000 unidades durante Enero, 6.8% más que el mismo mes de 2014.
Y aunque este indicador del mercado y producción automotriz muestra un buen camino para el 2015, sumando la recuperación orgánica de la economía de los Estados Unidos y el establecimiento de armadoras automotrices en nuestros país, adquirir un auto para uso personal o profesional, no siempre es fácil por no poder contar con capital inmediato y el desconocimiento de esquemas y beneficios que el leasing puede ofrecer.
El leasing o arrendamiento es un esquema en donde la empresa arrendadora tiene la propiedad del vehículo y el arrendatario hace uso de él. Esta opción es viable para todas aquellas medianas empresas que necesiten adquirir equipo de transporte, vehículos para sus ejecutivos o renovar con cierta periodicidad sus unidades y con esto poder tener mayor seguridad y calidad de servicio, traducido a un crecimiento de su negocio. Esto es porque el leasing permite al arrendatario reducir los costos y los recursos que podrían ser mejor utilizados o invertidos para otros fines.
Un factor importante a considerar es que el leasing permite al arrendatario deducir de impuestos las rentas. Dependiendo del plazo, monto del vehículo y los servicios contratados, se puede lograr el 100% de deducción fiscal de las rentas mientras que en el modelo tradicional de crédito la deducción esta topada a 135 mil pesos en la compra, definitivamente el Leasing es un esquema muy redituable para las empresas y que extrañamente se cree que solo beneficia a los grandes corporativos, cuando en realidad el beneficio lo pueden gozar todo tipo de empresas y sin importar el tamaño de las mismas.