La noche del pasado miércoles 27 de junio, Mole Doña María, marca orgullosamente mexicana y con más de 70 años de tradición, celebró la memoria del pintor guanajuatense Diego Rivera durante la inauguración de una exhibición que ofrece una mirada exclusiva a la época en que plasmó el sentir nacional en obras de arte. A través de una deliciosa experiencia gastronómica, distinguidos invitados como familiares de Rivera y personalidades del ámbito cultural recordaron la sencillez y carisma del muralista, cuyo legado es ahora patrimonio invaluable.
El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, ícono de San Ángel Inn al sur de la Ciudad de México, fue el recinto elegido para la provocativa exhibición inédita: Diego Rivera. Genio, figura y silueta. Posterior al acto protocolario y de un performance conceptual dancístico dirigido por Odailso Berté, se realizó una degustación de primer nivel donde los asistentes probaron exquisitos entremeses, en honor a uno de los platillos favoritos del emblemático artista: el mole.
Las creaciones culinarias que engalanaron la noche ostentaron como principales ingredientes el mole almendrado, mole verde, mole rojo y pipián, todos del portafolio Doña María. Incluso el postre llevaba un toque de mole poblano.
Adolfo Flores, grouper de marketing de Grupo Herdez y líder de la marca Doña María convivió con autoridades del museo como el Mtro. Luis Rius Caso, director del recinto y el curador de la exposición, René Camarillo Duque, cuyo talento para montar la exhibición fue ovacionado.
Uno de los momentos cumbres de la noche, fueron las palabras de Guadalupe Rivera Marín, hija de Diego Rivera, quien agradeció al museo la apertura al público de objetos íntimos pertenecientes a su padre, mientras recordaba su paso por el lugar donde se consagraron tantas creaciones.
La noche transcurrió entre los sabores tradicionales del mole acompañados de mezcal, destilado considerado una bebida de dioses, el maridaje perfecto para una noche bohemia y de fiesta muy del estilo de Diego Rivera y Frida Kahlo.
Al finalizar la inauguración Adolfo Flores, agradeció a los directivos del museo, esperando hayan disfrutado de las creaciones culinarias con Mole Doña María, una salsa que guarda los colores, texturas y sentimientos mexicanos, igual que las obras de Diego Rivera.