Edmundo Chirinos fue considerado como uno de los personajes más inteligentes e influyentes de Venezuela. En 1988 fue candidato a la presidencial, pero obtuvo un 0,84% de los votos en los comicios que eligieron a Carlos Andrés Pérez para su segundo período. Como médico cirujano se especializó en psiquiatría, razón por la cual atendió a ex presidentes como Jaime Lusinchi, Rafael Caldera y el mismísimo Hugo Chávez. Además, fue rector de la Universidad Central de Venezuela, uno de los planteles más reputados de ese país.
Mantuvo un anonimato mediático hasta 2008, cuando fue acusado de asesinar a una de sus pacientes: Roxana Vargas, una estudiante de periodismo de 19 años. que fue encontrada muerta producto de un fuerte golpe en la cabeza. Su relación profesional con ella se inició cuando la joven llegó hasta su consulta junto a su madre, por haber intentado suicidarse. Chirinos, al igual que con otras pacientes, la drogó y abusó de ella en esa primera cita.
Con los próximos encuentros se inició una relación sentimental entre Roxana Vargas y el septuagenario psiquiatra. Cinco meses después la asesinó bajo circunstancias y motivos que aún se mantienen poco claros. Evidencias encontradas en el blog de la víctima, llamados telefónicos registrados y pruebas de sangre en el diván de la consulta fueron suficientes para acusarlo de homicidio. Este caso sacó a la luz pública una serie de violaciones y abusos practicados por el médico a sus pacientes, a quienes sedaba, tomaba fotografías y vulneraba.
En 2010, un tribunal de justicia condenó a Chirino a 20 años de cárcel por la muerte premeditada de Vargas. Si bien alegó inocencia y se temió que usara sus influencias políticas, sólo pudo llevar su condena a un arresto domiciliario, donde murió el 24 de agosto de 2013 a la edad de 78 años.