Cuadrar las agendas de ambos ha sido una labor titánica, pues van contrarreloj y se hallan en un vendaval de proyectos. Al día siguiente de nuestro encuentro, Diego viajará a Ohio para comenzar el rodaje de una nueva cinta. En fila tiene el estreno de The Titan, un thriller de ciencia ficción donde comparte créditos con Sam Worthington y Taylor Schilling y en el que por primera vez encarna a un personaje latino. Además le espera Before I Fall, cinta muy fuerte entre los teens.
La de Belinda no es menos agotadora. Acaba de debutar como diseñadora de calzado, concluyó su participación especial en Baywatch, su primera gran producción hollywoodense donde compartió créditos con Zac Efron y “La Roca”, y en noviembre su voz se escuchará por toda Latinoamérica en la cinta animada Trolls, para la que realizó el doblaje y todos los temas de la comedia musical.
Además de agendas de vértigo, comparten el haber intercambiado una infancia por sets de televisión.
Diego ya había despegado en el circuito nacional con telenovelas infantiles y grabó dos álbumes cuando apostó por mayores dimensiones: “Me quería ir cuando mi carrera estaba en mi punto más alto. En México eran puras ofertas, ya no hacía audiciones. En Hollywood iba a castings y pensaba que lo que había hecho en México me ayudaría. ¿Cómo te explico que les valía un cacahuate lo que había hecho? Me decían, `si no lo hiciste acá, no cuenta”.
Belinda y Diego son millenials: globales, contabilizan el éxito en listas de popularidad, semanas en cartelera y millones de followers. Ella lo sabe y no le ha sido necesario cambiar de residencia para lograr el alcance internacional. “¿Qué es el sueño americano? ¿Para quién? Jamás voy a abandonar México, siempre voy a hacer música en español, no voy a llegar a hablar de how do you say…Estoy muy aterrizada”, dijo la cantante.
“Me acabo de quedar con el protagónico en la nueva película de James Franco”, revela como primicia el actor a Vanity Fair. La cinta, Blood on Wheels en la que Franco también actuará, es “sumamente indie, de las que él hace. Es como un thriller con un mensaje social feminista muy fuerte” agregó.
Conforme la sesión avanza, Belinda también se desvela como mujer de convicciones firmes, a veces mitificada por la prensa: “La gente piensa que la vida de Belinda es perfecta, sin problemas, no sufre, tiene lo que quiere. No es cierto, lo que tengo me ha costado sangre, lágrimas, caerme, levantarme, aprender” comentó la cantante y actriz.
Han transcurrido cerca de ocho horas. Diego se ha retirado y en la casa sólo queda Belinda, quien antes de irse nos pidió entre risas: “Aunque vean que hay química, no me vayan a inventar (una relación) con Diego porque lo quiero, es como un hermano. Sólo quiero aclarar”. Descubre el resto de la historia en la edición impresa de septiembre Ya a la venta.