Para BMC ayudan a los negocios tradicionales a transformarse en empresas digitales, en el mundo de los negocios de la actualidad, los datos se están convirtiendo rápidamente en una mercancía sin la cual las organizaciones no pueden prosperar, ya que están en el centro de todo lo que hacemos y son el combustible para las economías digitales.
Para Ricardo Fernandes, country manager de BMC Brasil, la pérdida significativa de datos no solo perjudica la reputación corporativa, sino también puede resultar en daños financieros considerables para compañías que operan en regiones con regulación rígida. Además de ello, las Reglas de Safe Harbor de octubre de 2015 hicieron que las normas de privacidad de datos quedaran más en evidencia. Al respecto, una nueva propuesta elaborada por políticos de Estados Unidos y Reino Unido, quiere presentar una modalidad diferente para la estructura global en materia de transferencia de datos.
“Eso ciertamente influirá en otras regiones que están en proceso de revisión de las leyes de privacidad de datos, como Brasil, donde la definición de una Ley de Protección de Datos y Personas es discutida desde 2010. Luego de los procesos de consulta pública en que se recibieron más de 1,500 comentarios, el Ministerio de Justicia presentó, a finales de octubre de 2015, un Anteproyecto de Ley que debe ser llevado al Congreso”, señaló Fernandes.
La preparación de las empresas
De acuerdo a BMC, la construcción de una infraestructura robusta de seguridad cibernética, de una cultura de conscientización y de conformidad con las nuevas normas de privacidad de datos, no puede ser una reflexión tardía o una “prisión” para las empresas. Esa idea requiere estar incorporada en las operaciones y en la propia dinámica de las organizaciones.
Para entender el impacto de la evolución de las reglamentaciones de privacidad y soberanía de datos, eldirectivo de BMC refiere que Ovum Consulting realizó una encuesta internacional en el tercer trimestre de 2015, entre 366 tomadores de decisiones en TI. Deforma alarmante, los resultados arrojaron que muchas organizaciones no están aprovechando a las tecnologías disponibles para protección de datos sensibles: apenas un 44% de los entrevistados monitorean las actividades de los usuarios y emiten alertas de violaciones de políticas de datos, mientras que apenas el 53% clasifican las informaciones para alinearlas con los controles de acceso.
Asimismo, casi la mitad (47%) no tienen políticas o controles que regulen el acceso al almacenamiento en la nube y de los sistemas para compartir archivos a nivel consumidor, como Dropbox.
“Desde esa perspectiva, nosotros sugerimos que las corporaciones deben de estandarizar su distribución de datos y la contratación de servicios en la nube, conforme las tendencias de regulaciones nacionales o regionales. Establecer una estrategia para soberanía y privacidad de datos e identificar riesgos en la organización, así como incluir personas, departamento jurídico y cuestiones de tecnología de análisis de efectos relacionados al asunto son otras recomendaciones relevantes para la preparación de las empresas ante el desafiante escenario que se avecina” finalizó Fernandes.