Desde la historia de tres adolescentes que buscan alcanzar sus sueños, un cruce de tiempos y elementos de misterio, superstición y suspenso, Christel Guczka enciende alertas sobre la facilidad y permisividad bajo la que operan las redes de prostitución y explotación sexual en México, donde existen estados donde ni siquiera lo contemplan como delito.
Invitada a participar en la próxima Feria Universitaria del Libro, FUL 2016, que organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), su patronato y la Secretaría de Cultura Federal, y que se llevará a cabo del 26 de agosto al 4 de septiembre, la autora de “Se Buscan Chicas”, denuncia que en México el número de víctimas de trata, tanto hombres como mujeres, son impresionantes y alarmantes.
“La trata de personas es una de las industrias y de los negocios más fuertes que hay, debido a las dos fronteras que tiene el país. Cualquiera puede ser víctima de trata, de una u otra forma y eso busca reflejar esta novela”, explica la autora y subraya que las leyes mexicanas no consideran la violación como un delito mayor, que hay estados donde ni siquiera se castiga y la esclavitud sexual no está considerada en los códigos penales, mientras que en otros apenas alcanzan tres años de prisión.
Sustentada en una investigación a fondo, Christel Guczka establece que el tema de la explotación sexual debe abordarse desde distintas ópticas y es un problema que involucra a toda la sociedad, aunque parece existir una tendencia a negarlo.
“Todos somos responsables, aunque no nos haya pasado, aunque no tengamos cerca a ninguna víctima. No querer ver, no querer enterarnos es parte también de corresponsabilidad. Ser indiferentes a lo que está ocurriendo contribuye a que estas redes crezcan. Tenemos que cuidarnos, informar, educar. En nuestro entorno inmediato podemos hacer bastante, hay que cuidarnos, es una excelente forma de empezar a fortalecer las redes positivas para que hagan contrapeso a las otras redes”, convoca la escritora.
Autora de 15 obras publicadas, todas desde el género de literatura perturbadora, Christel advierte que son muchas los factores que favorecen el crecimiento y la impunidad de estas redes criminales. La soledad de los jóvenes, la falta de comunicación al interior de las familias, la dependencia a las redes sociales, la ausencia de límites sobre la información que se comparte públicamente.
Explica la autora que se ha comprobado que las redes sociales son el espacio donde más se facilita encontrar víctimas para este tipo de negocios. La soledad de las nuevas generaciones las hace más vulnerables, pues aceptan amigos sin rostro, están preocupados por los “likes” y comparten sin límites información sobre los lugares que frecuentan, sus hobbies y sus amistades, “entonces es uno mismo el que se expone” advierte Guscka sobre el tema de su volumen editado por Ediciones B.
“Es una novela con personajes ficticios que rescatan una realidad, que trata de ser lo más verosímil y congruente, para crear una historia amena y dinámica, que fluya y haga atractivo un tema que es muy denso”, señala Christel y precisa que alrededor de estas redes de explotación sexual hay muchos intereses que se vinculan y protegen, haciendo más difícil que las víctimas se liberen.
La autora que compartirá su novela con el público que asista al Polideportivo Carlos Martínez Balmori de la UAEH, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, subraya que la explotación sexual es más frecuente de lo que podemos imaginar, de ahí la importancia de exponer el tema a través de una lectura que permita detonar alertas que lleven al lector a darse cuenta de que el problema está ahí y se puede atacar desde distintas trincheras.