La Hora del Planeta, el movimiento más grande del mundo por el ambiente, celebra el próximo sábado 19 de marzo su décimo aniversario, impulsando a millones de personas, empresas y gobiernos en más de 7,000 ciudades de 170 países, incluido México, a tomar acciones para cambiar el cambio climático a través del apagado simbólico de luces de 20:30 a 21:30 horas.
La iniciativa, creada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cobra especial importancia tras la firma en diciembre pasado del Acuerdo de París sobre cambio climático por más 196 gobiernos, el cual sienta las bases a largo plazo para actuar frente a este fenómeno, pero cuyo cumplimiento requiere actuar rápida y decididamente, y de que 2015 fuera definido por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) como el año más caluroso de la historia.
“Los efectos del cambio climático van desde aumentos en la frecuencia e intensidad de los huracanes y la disminución del hielo del Ártico hasta la elevación del nivel del mar en zonas costeras”, dijo Omar Vidal, Director General del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en México. “Pero mucho más está en riesgo: amenaza todas las formas de vida. Hay evidencias de su impacto en especies como oso polar, tigres, ballenas, tortugas marinas y elefantes. De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) muchas especies terrestres, marinas y dulceacuícolas han cambiado sus distribuciones geográficas y pautas migratorias, mientras un estudio en la revista Nature proyecta que al menos una cuarta parte de los animales terrestres y plantas se extinguirá para el 2050, lo que tendría consecuencias graves para el ser humano”, agregó.
De ahí que este año La Hora del Planeta convoque a los mexicanos a “iluminar” el rostro de la biodiversidad nacional votando por mariposa monarca o jaguar, la especie con cuya conservación se sientan más comprometidos, en la página web lahoradelplaneta.org/México/ un concurso en donde participan otras oficinas de WWF en Latinoamérica: Colombia, Perú, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Ecuador y Bolivia.
Con cada voto, los participantes expresan su deseo de que México mantenga el privilegio de ser el cuarto país más biodiverso, rico en naturaleza y culturas. “Llamamos a toda la gente a ir más allá de esta hora. Además de apagar sus luces, los pedimos que asuman su responsabilidad frente al cambio climático votando e invitando a votar a sus familiares y amigos para dar voz a especies amenazadas, como el jaguar y el fenómeno de migración de la mariposa monarca. Así podremos mostrar al mundo que valoramos la naturaleza de nuestro país y trabajaremos para conservarla los 365 días del año”, dijo Jorge Rickards, Director de Programas de Campo de WWF en México.
La Hora del Planeta nació en Sidney, Australia, en 2007 y a la fecha incluye el apagado de más de 10,400 monumentos icónicos a nivel mundial, entre ellos el Empire State Building (Nueva York), la Torre Eiffel (París), la Alhambra (Granada) y la Casa de la Ópera (Sidney). En México participan hasta ahora másde 10 entidades, principalmente a través del apagado de luces. En la Ciudad de México, aliada histórico de La Hora del Planeta, se obscurecerán el Monumento a la Revolución, el Ángel de la Independencia, Bellas Artes, la Diana Cazadora y el Castillo de Chapultepec y edificios como la Torre Mayor y el World Trade Center.
La iniciativa no se enfoca en el ahorro de energía durante la hora del apagado, sino en la oportunidad de mostrar los riesgos que enfrenta el planeta e inspirar a millones de personas a vivir más sustentablemente con acciones concretas. Entre otras iniciativas, los proyectos de este año incluyen el uso del poder colectivo para ejercer presión en España, Chipre e Indonesia con el fin de realizar cambios legislativos que hagan frente al cambio climático; proveer acceso a fuentes renovables de energía en India y África; crear conciencia sobre el cambio climático entre la juventud de Suecia, Finlandia y Francia; y abordar temas como alimentos y agricultura sustentables en el Reino Unido y Finlandia.
En los últimos nueve años, La Hora del Planeta ha detonado esfuerzos ambientales, incluyendo cambios legislativos en Rusia, Argentina, las Islas Galápagos y Gales; la creación de un bosque de La Hora del Planeta de 2,700 hectáreas en Uganda; la plantación de 17 millones de árboles en Kazajstán; la entrega de cocinas energéticamente eficientes a familias de Nepal y Madagascar y la iluminación de hogares con energía solar en India y Filipinas.