El empresario de ocho generaciones de la familia murió después de una grave enfermedad, el jueves 21 de enero rodeado de su familia en Houston, Estados Unidos. Vivió hasta la edad de 74 años.
Al Conde Anton-Wolfgang von Faber-Castell lo sobreviven su esposa Mary y cuatro hijos adultos. Bajo su liderazgo, que duró casi 40 años, la compañía Faber-Castell a nivel global ha avanzado para convertirse en una marca Premium internacional, así como uno de los productores líderes en lápices cosméticos.
Hasta sus últimos momentos, su trabajo y su pasión estuvieron dirigidos a su familia, a la empresa y a sus empleados. El management y el personal de la empresa estamos de luto por un empresario modelo, a quien tanto admiramos como extraordinario emprendedor y como una personalidad con visión de futuro, y que, sobre todo, era un modelo a seguir como ser humano para todos nosotros.