Los pagos móviles son, quizá, el futuro de las transacciones de dinero y aunque la tendencia va en aumento, aún no termina de despegar, situación que puede atribuirse a algunos errores en su implementación en los diferentes sectores de negocio. Para entenderlo mejor: en más ocasiones de las que imaginamos esto radica en imponer el mismo modelo para cualquier tipo de negocio, dejando de lado las verdaderas necesidades particulares.
Los factores que realmente influyen para el desarrollo del canal móvil son: el negocio en sí mismo, la política de las compañías, la cultura de los usuarios y, finalmente, la tecnología, que debe ser completamente accesible al negocio.
El éxito de un sistema de pagos móviles no depende del compromiso en la implementación sino del alineamiento de los intereses de los actores; a partir de ese acuerdo surgirán naturalmente los espacios de negocio apropiados para abrir paso a modelos monetizables y con valor para todos los involucrados: cliente, comprador y comercio.
Es vital conocer la cultura del usuario y saber cómo se mueve el mercado. Particularmente en América Latina está sucediendo algo diferente al resto del mundo pues está creciendo en la adopción de nuevas alternativas junto con el desarrollo de nuevas tecnologías pero que sigue teniendo una economía rezagada. Por ello, para los modelos de negocio locales, lo más factible es adaptarse al entorno, considerando las variables alrededor de la compañía y también de los usuarios. El nivel de adopción en México está en crecimiento y se cuenta con cierta cultura de la bancarización y con un nivel medio en infraestructura tecnológica.
En cuanto a la cultura, el latinoamericano promedio usa el efectivo, esto refleja una barrera que, sin duda, puede derribarse paulatinamente a través del uso adecuado de las herramientas tecnológicas accesibles, entendibles y fáciles de implementar y a través de la generación de confianza y educación por parte de los jugadores del mercado. Es prudente, entonces, buscar responder ¿por qué las personas deberían utilizar su celular para pagar?, ¿cuál es el valor adicional que les aportaría cruzar a una dinámica digital? Debemos aceptar que el grueso de la población no ha optado por subirse al mundo de los pagos móviles porque no satisfacen las necesidades de inmediatez, conectividad y afinidad con sus actividades comerciales cotidianas. Sin embargo, las instituciones bancarias y el sector retail son los principales mentores de este cambio de apreciación del valor del dinero electrónico.
La clave reside en la convergencia de sistemas de estos dos sectores para ofrecer a los usuarios la oportunidad de la experiencia móvil. En el mercado ya existen socios de negocio que ofrecen una oferta integral y mejores prácticas para que las compañías emprendan la aventura de implementar su estrategia de pagos móviles con la tecnología adecuada según las necesidades de su negocio.