Una infértil guerra contra las drogas, altos estudios especializados en el tema y un panorama visto desde México y Estados Unidos, generaron en Zara Snapp el deseo de comunicar a un público inveterado en sus creencias, la realidad objetiva sobre esas sustancias que producen placer efímero y daños colaterales irreversibles, sustancias que el mundo de hoy conoce como drogas, narcóticos o estupefacientes y lo consiguió a través del libro titulado “Diccionario de drogas”, que Ediciones B sacó a la luz apenas en mayo pasado.
A través de 150 páginas, en un libro de 11 capítulos y una amplia bibliografía —texto prologado por el escritor Guillermo Fadanelli—, la activista y escritora se dio a la tarea de compilar y analizar en dos grandes subtemas —drogas legales e ilegales—, el origen, funcionalidad, efectos y consecuencias del uso de las sustancias que alteran el comportamiento de las personas.
Con tales antecedentes, la Feria Universitaria del Libro, presentará el útil y sorprendente texto de Zara Snapp el miércoles 26 de agosto en el auditorio “Nicolás García de San Vicente” del Polideportivo Carlos Martínez Balmori, instalación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, dentro de la Feria Universitaria del Libro que organizan la UAEH y su Patronato, con el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
Snapp dice que se decidió a escribir este documento porque “viendo mucho en las noticias todo el tema de las drogas, nos llega, por ejemplo, que agarraron al Chapo, lo que hace pertinente el tema. Pero también aunque escuchamos mucho de las drogas, no sabemos tanto sobre las sustancias, de dónde vienen, cómo se cultivan, cuáles vienen de plantas, cómo se hacen. Y entonces quisimos hacer un libro que fuera asequible, con un lenguaje sencillo, para que la gente se acercara al tema sin prejuicios. Y las ilustraciones de Ricardo Peláez Goycochea ayudan a que la gente quiera ver el libro, lo quieran hojear y así entrar al texto”, aclara.
La autora, Zara Snapp, veracruzana, nacida en el pueblo mágico de Coatepec, Veracruz, México, ha crecido, estudiado y trabajado, a caballo, entre este país y los Estados Unidos; actualmente vive en la Ciudad de México.
La autora del peculiar “Diccionario de Drogas”, estudió y se graduó de una licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad de Colorado, en Denver (UCD) y, más tarde, de una Maestría en Políticas Públicas por la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard, donde además fue recipiendaria de la Breca Truman y Servicio Público Fellow.
A partir de 1997 comenzó su trayectoria como profesional de la ciencia política y ha trabajado para organizaciones tales como la Fundación Kellogg, el Instituto Nacional Demócrata, la Carpa Denver City Iniciativa y Mi Casa Resource Center, ocupada de temas de educación integral de la sexualidad, la vivienda y la falta de ésta, la reforma judicial y programas de democracia y gobernabilidad.
Dice que su objetivo al difundir y aclarar cómo son, para qué sirven, y cómo funcionan las drogas, en este “Diccionario de drogas”, es desmitificarlas para entender qué posición guarda la política pública al respecto, para coadyuvar a cómo debe encaminarse, para que los fines de determinada acción pública vayan en bien de la sociedad en su conjunto y no en la sola estigmatización de las sustancias, porque esto no ha generado un resultado cuyo balance pueda calificarse de positivo.
“Más importantes son los objetivos e indicadores enfocados en reducir los daños relacionados con las drogas, como las sobredosis fatales, el VIH/SIDA, la hepatitis y otros padecimientos, así como los males sociales asociados a su proscripción, como sucede con las desapariciones forzadas, la violencia, la corrupción, las violaciones a los derechos humanos, la destrucción del medio ambiente, el desplazamiento de comunidades y el poder que se le otorga al crimen organizado. El gasto en guerras contra las drogas debe terminar, mientras que la prevención, la mitigación de los daños, así como el tratamiento deben recibir recursos necesarios por parte del Estado”.
De tal modo que el universo de las drogas, sus causas, efectos y consecuencias en la sociedad alrededor del globo terráqueo es un tema conocido para Zara, pues trabaja actualmente como oficial de comunicaciones de la Comisión Global de Políticas de Drogas (UNGASS) de las Naciones Unidas, con sede en México, que fue la raíz de la cual surgió su inquietud para poner sobre los pupitres y mesas de trabajo de jóvenes y profesores una explicación sobre qué puede ocasionar el consumo de tal o cual sustancia.
Como activista del Movimiento por la Paz y la Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia —quien perdiera a su hijo en un “levantón” ocurrido en 2011, en Temixco, Morelos, México—, ha asesorado respecto al tema de las drogas para que las víctimas comprendan cómo el consumo y comercialización afectan sus comunidades.
Explica: “Las víctimas que integran el Movimiento han sido informadas de qué son y cómo funcionan las drogas, no tanto porque queramos condenar o desestimular su uso o consumo, no tenemos una posición maniquea al respecto, sino que queremos entender las drogas y las políticas sobre drogas; uno de nuestros principios en el Movimiento es la NO repetición, entonces, las víctimas piden que haya un cambio en la estrategia para que no haya más desapariciones bajo el paraguas de una guerra contra las drogas.”
Zara Snapp dice también que la Feria Universitaria del Libro (FUL) es un espacio muy importante para su libro porque representa un foro más allá de la Ciudad de México para hablar sobre el tema de las drogas, para llevar información a los jóvenes y tener un diálogo encaminado a cambiar la realidad del país sobre el tema de la militarización y la violencia, basándose en la información y la investigación. Conocer mejor, para poder proponer.
“Tener las dos nacionalidades, la estadunidense y la mexicana, me da las dos perspectivas. Por un lado el país que es el principal consumidor y por el otro, el país de producción y trasiego. Entiendo esa cultura de la experimentación de EU y allá están cambiando sus políticas, pero por otro lado en México está habiendo muchos muertos. Allá se está cambiando hacia la protección del usuario y la regulación del consumo, lo que produce impuestos y acá, pues no”, agrega la autora.
Snapp también funge como consultor independiente sobre política de drogas, gestión estratégica y la construcción de movimientos, dado que ha trabajado o está trabajando actualmente con la Drug Policy Alliance, el canadiense Políticas de Drogas de la Coalición (CDPC), el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (México), la Internacional Drogas Consorcio Política (IDPC), la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos y Asuntos del Sur, entre otras organizaciones, cuyo expertisse radica en la investigación sobre el asunto de las drogas en todas sus vertientes.
Este libro novedoso tiene, como dice Guillermo Fadanelli, la sencilla y pura modestia de la claridad y la precisión para definir de qué se está hablando cuando se habla de drogas, de tal modo que en la Feria Universitaria del Libro, auspiciada por Conaculta y el Patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en su afán de contribuir a la divulgación del saber, brinda a sus jóvenes asistentes el acercamiento a este texto esclarecedor.